semana santa
Antonio Ordóñez, el torero que trajo de contrabando terciopelo para un manto de la Soledad de San Lorenzo
La devoción del maestro rondeño por la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo de Sevilla aún emociona cada Sábado Santo.

Antonio Ordóñez, en un momento de recogimiento y oración
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La relación entre el toreo y las hermandades sevillanas es tan antigua como profunda, pero pocos gestos han alcanzado el simbolismo y la audacia del protagonizado por Antonio Ordóñez, una de las grandes figuras del toreo del siglo XX.
Hermano Mayor de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, Ordóñez no dudó en desafiar las restricciones comerciales de su época para traer desde Lyon, Francia, los metros de terciopelo necesarios para confeccionar un manto para la Virgen de la Soledad. Lo hizo camuflando la preciada tela entre sus avíos de torear, en una muestra de fe y compromiso que ha quedado grabada en la memoria cofrade de Sevilla.
Esta donación y otras más que realizó el maestro de Ronda a lo largo de su trayectoria a esta Hermandad sevillana, son hoy símbolo de la unión entre el mundo taurino y el cofrade. La familia Ordóñez, además, ha mantenido una estrecha relación con la hermandad, al igual que otras grandes dinastías del toreo.
La historia de Antonio Ordóñez es solo un ejemplo de cómo los toreros han contribuido, más allá de la plaza, al patrimonio y la devoción de las hermandades, perpetuando una simbiosis que sigue viva en la Semana Santa de nuestro país.