Un buen sobrero de Pereda se cuela en el descafeinado Desafío de Las Ventas

En el septiembre torista de Las Ventas era hoy turno de un Desafío Ganadero entre las ganaderías de Palha y Saltillo. Una tarde a gusto del consumidor de twitter que obtuvo la misma respuesta de público de siempre. Una cosa es el micromundo virtual y otra el mundo real. Al final aquello resultó un batiburrillo de hasta cuatro hierros diferentes en el que el gato al agua se lo llevó un notable sobrero de José Luis Pereda.

El Desafío lo abrió un toro de Palha tocado arriba de pitones que tuvo alegría a la hora de arrancarse al caballo. Derribó en la primera entrada pero más por debilidad del jaco que por poder del toro. En el peto se comportó después sin entrega. En la muleta se movió sin clase y de forma descompuesta. Octavio Chacón se mostró muy solvente con él, se mantuvo firme ante las tarascadas del astado del hierro portugués e incluso dejó una tanda meritoria por el lado derecho. Lo cazó de media desprendida.

El cuarto de Saltillo estuvo lastrado por su escasa fortaleza. Tras el segundo par de banderillas se desplomó y temimos ver asomar el moquero verde del palco presidencial. Pero el usía optó por mantenerle en el ruedo. El cárdeno de José Joaquín Moreno Silva tuvo bondad y cierta calidad en sus embestidas. Pero esa forma cansina de embestir condeno al animal y a un Chacón que estuvo perfecto técnicamente, pero sin eco en lo tendidos. Lo liquidó de una estocada tendida cobrada de forma habilidosa tras dos pinchazos previos.

Se ovacionó con justicia el compensado trapío del segundo, primero con el hierro de Saltillo. Serio de cara, corto de manos, con cuello y morrillo prominente. Una pintura el cárdeno del hierro sevillano que cantó rápido su enclasada condición cuando acometió al capote de Pepe Moral. Se vino con prontitud al caballo en tres puyazos en los que recargó con riñones y metió la cara abajo. Tanto desgaste lo acusó en el tercio de muleta, donde embistió con nobleza pero escaso motor y emoción. Moral le cogió el aire en un par de tandas, una por cada pitón, donde lo llevó con mimo y temple. Pero costó acoplarse en más ocasiones y llegar a los tendidos. Un pinchazo y una estocada arriba dejó todo en empate. Se ovacionó tanto al toro en el arrastre como al torero cuando salió al tercio.

Para completar un buen lote, Moral lidió en quinto lugar un notable sobrero de José Luis Pereda tras devolverse a un ‘palha’ totalmente inválido. El cinqueño del hierro onubense tuvo prontitud, humillación y profundidad en sus embestidas. El sevillano solo dejó una tanda en redondo de buen trazo, donde gobernó de verdad los viajes del toro. El resto fue toreo periférico sin mando ni ajuste. Un toro para enderezar una temporada y una carrera. ‘Costurero” se fue ovacionado rumbo al desolladero con justicia.

Con menos sentido se ovacionó al tercero con el hierro de Palha. Un toro de vareadas carnes que solo se tapaba por la cara. Fue puesto tres veces al caballo aunque no hizo pelea de bravo. Eso sí, sacó movilidad y exigencia en la primera parte de la faena. Venegas estuvo muy entregado con él, plantando la cara con sincera disposición dentro de esa fragilidad tan suya. Incluso firmó una tanda asentada y mandona. Después el toro hizo amagos de rajarse y cambió el rumbo de la faena, que fue diluyéndose. Una buena estocada que tumbó rápido al de Palha dio paso a una petición que no alcanzó la mayoría de pañuelos necesaria para la oreja. La vuelta al ruedo tuvo su importancia.

El sexto de Saltillo volvió rumbo a chiqueros tras rodar por la arena en varias ocasiones. En su lugar salió un sobrero de Torrealta de buenas hechuras y gran seriedad por delante. Dentro de su contado poder, el toro tuvo nobleza y buen son. Había que ser muy sutil en toques y alturas con él, algo que pocas veces consiguió Venegas. La faena se fue desmoronando a la par que el de Torrealta perdía las manos entre brusquedades y dudas.

Madrid, domingo 11 de septiembre de 2022. Desafío Ganadero. Un cuarto de plaza (6.202 espectadores según la empresa)

Dos toros de Palha (1º y 3º), de desiguales hechuras, cornalones pero de vareadas carnes. Sin clase el primero; manso encastado el tercero. Dos toros de Saltillo (2º y 4º), muy bien presentados, de juego noble y enclasado pero de escaso poder y motor. Un sobrero de José Luis Pereda (5º bis), serio y de buenas hechuras, de gran juego en la muleta. Otro sobrero de Torrealta (6º bis), bien presentado, flojo y manejable.

Octavio Chacón, silencio y silencio.

Pepe Moral, saludos y silencio tras aviso.

Venegas, vuelta tras petición y silencio.