HUELVA
David de Miranda y un triunfo en tono menor en el cierre de las Colombinas
El diestro de Trigueros abrió la última puerta grande de la feria de Huelva tras cortar dos orejas al único toro potable del encierro de El Parralejo.
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Huelva en su 3 de agosto. Día grande de las Colombinas en recuerdo de la gesta española más importante de su historia. Tres carabelas salieron del puerto de Huelva rumbo al Nuevo Mundo, donde arraigó la cultura y la fe de nuestra tierra.
530 años después de la partida de las carabelas de Colón, la ciudad onubense cerraba este miércoles su Feria de Colombinas con uno de sus platos fuertes. Sin embargo, el hierro de El Parralejo elegido para el festejo ha resultado todo un lastre para el cierre triunfal del ciclo choquero.
Toros de raza medida, sin fondo de bravura ni ganas de acometer a los engaños de la terna. De la quema se salvó el tercero del festejo, 'Gallito' de nombre, un toro de El Parralejo con prontitud y movilidad al que el de David de Miranda cuajó un notable quite por gaoneras. Después, muleta en mano, el de Trigueros toreó con ajuste y ligazón en notables tandas al natural con la quietud por bandera. Marca de la casa. Y en redondo otras buena serie antes de que el toro se rajase. La espada viajó certera y el onubense pudo pasear el doble trofeo pedido por sus paisanos.
Hasta ahí llego toda la historia del festejo, porque el sexto fue viniéndose abajo a pasos agigantados pese a que pareció embestir con buen aire de salida. Pero su tonelaje, 575 kilos lucía la tablilla, fue un lastre para tan poco motor. Acabó muy venido a menos, como la actuación de su matador.
Miguel Ángel Perera se las vio como abreplaza ante un animal medido de raza pero muy colaborador en el último tercero. El extremeño se vio sorprendido en el inicio de faena por el toro de El Parralejo viniéndose al cuerpo directamente. Después lo dominó a base de sitio y técnica en una faena que creció en el tramo final en la distancia corta, donde Perera hizo auténticos ochos con la embestida del toro alrededor de su cintura. Un pinchazo una estocada que necesitó de un golpe de verduguillo dio paso a una petición que resultó insuficiente. Una ovación recompensó al conjunto.
El jabonero que hizo cuarto fue un animal de casta menguante, con el que Perera trenzó una faena también de intensidad decreciente. El inicio tuvo ligazón y largura en los muletazos. Pero en cuanto el toro se sintió podido, comenzó a quedar se corto y a embestir de forma cansina y sosa. Pinchó antes de enterar una estocada en los bajos.
Alejandro Talavante se las vio en primer lugar con un animal muy bajo de casta con el que firmó una actuación voluntariosa sin más, alejada de lo que se espera de una figura como él. Lo pasó con suficiencia pero con nula emoción y lo avió con eficacia. Vamos, todo muy escaso.
Menos historia tuvo aún su faena al quinto, con el que Talavante firmó una faena despegada, monótona y sin atisbos de remontar. El toro iba y venía sin celo y el extremeño, a esas alturas del festejo, no estaba para gestas ni gestos. Llegó a escuchar dos avisos antes de que en astado cayese.
Huelva, miércoles 3 de agosto de 2022. 55ª de Feria. Tres cuartos de plaza.
Toros de El Parralejo, de correcta presentación y desiguales hechuras. Conjunto muy bajo de casta. Destacó el tercero hasta que se rajó.
Miguel Ángel Perera, saludos tras aviso y saludos tras aviso.
Alejandro Talavante, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
David de Miranda, dos orejas tras aviso y silencio.