MADRID

Destellos de un genial Curro Díaz en Las Ventas con una corrida de El Montecillo que permitió más

El torero de Linares perdió premio con la espada en una tarde en la que hubo toros con posibilidades

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Domingo de Resurrección en Las Ventas vive eclipsado por lo que pasa en Sevilla, que es epicentro de todo en Semana Santa, también en lo taurino. Se jugó este domingo una corrida de El Montecillo que dio cierto juego en la muleta y que se llevó al desolladero el jugo de sus embestidas, salvo el lote de un Curro Díaz que sigue siendo único. Pinchó una oreja de las típicas del torero de Linares en la plaza de toros de Madrid. De las que nadie puede discutir y que valen más por el mérito que por el trofeo en sí. Sergio Serrano estuvo aseado y Tomás Campos dejó ir un buen toro y se quedó solo en detalles.

Salió en cuarto lugar 'Alcachofa', un toro astifinísimo que le dejó torear a Curro Díaz con el capote, pero cuando iba a romper el saludo le rozó el capote y lo dejó para trapo de cocina. Manseó en el caballo y no puso fácil la lidia, pero Curro ya tenía en mente lo suyo. Cuando piensas en velocidad, la primera imagen que se te viene a la mente es Ferrari. Cuando piensas en un inicio de faena, Curro Díaz.

Con un ritmo similar al del Cristo de las Tres Caídas entrando en La Campana prólogo el torero su obra. Encajado como siempre y toreando con su sello, que nunca pasará de moda. Llegan unos jóvenes, se van otros veteranos, pero ahí está siempre el gusto de Curro Díaz. Lo bordó en tandas de seda. Llevando la muleta como si fuese el biberón del pavazo de El Montecillo. Pivotando sobre la pierna de apoyo y dejando algo más que muletazos.

Regalo para los que vienen a ver torear y oportunidad de hacer caja para los fotógrafos más espabilados. Con la muleta en la mano izquierda cuajó también al toro, que buscó a partes iguales puntear la muleta y cogerla haciendo el avión. No hubo dos embestidas iguales, pero Curro Díaz se empeñó en hacer al toro pasar por el aro. Los detalles para cerrar, pasamanería. Curro es un prestidigitador en lo que a dulzura se refiere. La bravura y la fiereza de un animal de 570 kilos reducida al fino diámetro de sus muñecas.

Una poesía fue su faena. Faltó el remate: la espada. Se le fue abajo y se esfumó el premio, pero ahí quedó eso. La foto con la oreja en Madrid no se la lleva, ya tiene muchas. Pero el depósito de afición sigue intacto. Qué torero es Curro Díaz. Lo demostró también con su primero, un toro que no terminó de romper, pero que por el camino se llevó varios lapazos del torero de Linares. A ese sí lo mató bien.

Sergio Serrano abrió su tarde con un notable quite por chicuelinas al toro de su compañero y recibió al suyo a porta gayola. Se tuvo que echar al suelo para no ser arrollado. Lo intentó toda la tarde con un lote que se dejó, sin más. Pedían los toros llenar mucho el escenario, pero el manchego puso todo el peso de su tarde en la pulcritud. Dejó un natural de los que cambian carreras si se pegan en San Isidro, pero no terminó de redondear una tarde en la que sigue dejando muestras de su evolución, pero quizá Madrid exige un punto más para llegar a conquistarla, siempre que no haya un gris por delante.

Tomás Campos anduvo toda la tarde más pendiente de los terrenos y de la colocación, que es buena, pero que en su concepto parece más un fin que un medio. Su primero fue, en definitiva, un gran toro para lo que pide Madrid. Distancia, mando y si encima tienes el gusto de Tomás Campos, mucho terreno ganado, pero hace falta aplicarlo y eso no se vio. Quizá la burbuja del torero de Llerena se había inflado demasiado en base a nada tangible. Se le fue sin torear.

En sexto lugar salió 'Cafetero', que fue un toro para los muy cafeteros que habitan en el palco de Madrid. Un inválido que se mantuvo en el ruedo y contra el que se estrellaron las ganas, esta vez sí, de Tomás Campos. Dejó un natural con la mano derecha de otro planeta que emocionó a nadie porque todo el mundo estaba pensando en que al día siguiente se acabaron las vacaciones. Ya queda menos para San Isidro y se palpan las ganas de toros en la gente. Todo se canta más de la cuenta y, a poco que dejen los toros, puede caer el gordo en el mes de mayo. En forma de indulto o de rabo, ya veremos...

Madrid, domingo 17 de abril de 2022. Un tercio de entrada, 7.494 espectadores, según la empresa.

Toros de El Montecillo, bien presentados y de juego potable, salvo el 6º, inválido. 3º, de gran clase, y 4º, noble y con movilidad.

Curro Díaz, ovación y vuelta al ruedo

Sergio Serrano, ovación en ambos.

Tomás Campos, silencio en ambos.

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