Un gran susto entre un viento helador e ingobernable

Eolo como invitado indeseable. Un viento frío y helador que hizo de Las Ventas este viernes un iglú ártico. Y un despeñadero de ilusiones en lo taurino. Imposible el gobierno de las telas con semejante condicionante de la lidia.

Venía Juan Pedro Domecq a Madrid a lamerse las heridas tras su ausencia sevillana. No fue una corrida encastada, pero sí tuvo toros que en otras circunstancias metorológicas y en otras manos hubiesen tenido más opciones en el último tercio.

De los de luces, sólo Daniel Luque nadó y guardó la ropa. De su muleta salieron los pasajes más brillantes de la tarde. Fue en el primero. Asentado y relajado de hombros, con un inicio de faena en el que resplandeció un trincherilla que hizo crujir a la plaza. Después, tirando siempre hacia adentro las embestidas cansinas del toro de Juan Pedro. Acompasado a la embestida, ciñéndose a ella. Pero el astado echó pronto el cierre y no hubo manera de rematar lo realizado.

El colorado que hizo segundo de su lote fue solo fachada. Demasiado venido a menos en el último tercio. El sevillano volvió a estar muy por encima de la condición del toro. Cuando lo quiso apretar, el toro dijo nones.

Ángel Téllez protagonizó el momento trágico del festejo. En el quite por gaoneras que intentó al abreplaza de Luque. El de Juan Pedro no hizo caso al engaño y se le vino al pecho. Terrible el topetazo y escalofriante el golpe contra el duro ruedo venteño. Alarmó la figura inerte del toledano mientras era trasladado hasta la enfermería. Se tuvo que correr turno hasta en dos ocasiones hasta que Téllez volvió al ruedo tras ser atendido de una fuerte contusión lumbar. Su primero fue un toro con cierta movilidad de inicio aunque le costó humillar. Labor larga que nunca acabó de romper.

El sexto sacó nobleza y clase en el último tercio dentro de su medido fondo de casta. Le costó a Téllez cogerle el punto a la embestida por culpa del viento algunas veces por la falta de pulso en otras. No redondeó nada en otra faena de largo metraje.

Francisco de Manuel no terminó de estar a gusto con el primero de su lote. Inició la faena de muleta rodilla en tierra y por poco estuvo a punto de ser volteado. El huracán se hizo presente sobre el ruedo y fue complicado el gobierno sobre las telas y las embestidas del toro. Solo al final del trasteo, en una tanda por cada pitón, hubo comunión entre toro y torero. Pero no acertó con la espada y llegó a escuchar dos avisos.

Con el quinto, De Manuel sumó muchos muletazos, pero dijo poco en una labor que fue a menos, como el toro de Juan Pedro.

Madrid, viernes 12 de mayo. 3ª de Feria. Tres cuartos de plaza.

Toros de

, bien presentados y de buenas hechuras. Conjunto manejable pero bajo de raza y a menos en el último tercio. Más encastado el segundo.

Daniel Luque, saludos tras aviso y silencio.

Ángel Téllez, silencio tras aviso y silencio.

Francisco de Manuel, silencio tras dos avisos y silencio.

Parte médico: Ángel Téllez fue atendido en la enfermería de un “Traumatismo dorsolumbar de pronóstico reservado. Decide salir al ruedo bajo su responsabilidad”