PAMPLONA

Grave cogida de Rafaelillo con la miurada que cerró los Sanfermines

El diestro murciano fue atendido en la enfermería de una cornada envainada en el hemitórax izquierdo y múltiples fracturas costales.

Momento del percance sufrido por Rafaelillo en la plaza de toros de Pamplona

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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“Rabanero”, el toro de Miura que esta mañana provocó cierto caos en el encierro y que hirió a vario mozos, fue el animal que abrió el último festejo de los Sanfermines. Un toro de un trapío despampanante. 640 kilos y una alzada tremenda. Y frente a él, un Rafaelillo que le planteó batalla en todo su los tercios. En el caballo el de Miura empujó abajo. Otra cosa fue cuando tuvo que coger los engaños. El murciano, que lo recibió con una larga en el tercio, lo muleteó con seguridad y aplomo. El gran volumen del toro le impedía seguir la pañosa con ritmo. Todo eran medias arrancadas rebrincadas. Rafaelillo estuvo muy por encima del toro y lo pasaportó de un habilidoso volapié.

El primero del lote de Octavio Chacón, dentro de su seriedad, trajo unas hechuras más armónicas. Más cuello y suelto de carnes. Se empleó en el caballo y siempre quiso seguir con cierto celo la muleta del gaditano. Octavio lo pasó con solvencia y temple por los dos pitones. Siempre a su altura, la media, ya que el toro protestaba cuando se le obligaba por abajo. Dónde no lo vio hasta el cuarto intento fue con la espada, revolcón incluido sin consecuencias. Tampoco estuvo acertado después con len descabello.

Hasta la puerta de chiqueros se fue Juan Leal a recibir al tercero de Miura. Salvó el lance con apuros antes de volver a postrarse de hinojos para soplarle otra larga ya en el tercio. El toro empujó con casta en los dos puyazos que tomó y lo banderillearon con brillantez Marc Leal y Manolo de los Reyes. En la muleta, el toro tuvo nobleza y movilidad, especialmente por el pitón derecho. Por ahí llegó la tanda más lograda por temple y largura de los muletazos del francés. Pero en vez de seguir jugando con la selección inercias del toro, Juan acortó distancias. Un feo bajonazo casi en la barriga no impidió que el diestro se pegase una vuelta al ruedo por su cuenta.

El gran susto de la tarde llegó en el inicio de faena al cuarto. Rafaelillo, que había recibido a este toro con dos largas en el tercio, quiso iniciar el trasteo cerrado en tablas. Se le vino el toro al cuerpo cuando lo cito por el pitón izquierdo. Fortísimo el golpe contra las tablas, donde le buscó el toro de nuevo. Salió visiblemente dolorido el torero murciano y tuvo que ser trasladado a la enfermería. Se hizo cargo del toro y de la lidia Octavio Chacón. El toro se vencía siempre al natural, por lo que basó la faena por el pitón derecho dentro de un ambiente frío y aún conmocionado por el percance de Rafaelillo. El de Miura se puso complicado pra entrar a matar y Octavio no lo vio de nuevo claro.

Al correrse turno, Juan Leal lidió como quinto el toro que tenía que cerrar el festejo y feria. Éste del hierro de la ‘A con asas’ fue un ejemplar al que le duró poco la correa de sus embestidas. El torero galo volvió a empeñarse en el arrimón cuando al toro le costaba ya un mundo desplazarse. Hasta algún pitido salió de los pacientes tendidos de sombra. La espada la volvió a utilizar de mala manera y tumbó al toro de un horrendo metisaca en los sótanos

Fue ‘Loreño’ el toro de Miura que cerró los Sanfermines 2019. Un toro de amplia cornamenta y vareada anatomía pese a sus 590 kilos. Tuvo sus opciones por el pitón izquierdo, por donde Octavio Chacón firmó la mejor serie del trasteo. Limpio y largo el trazo. Pero cambió del pitón y con ello el comportamiento del toro. La faena decayó en intensidad y una vez más, el de Prado del Rey estuvo obtuso con la espada.

FICHA DEL FESTEJO

Pamplona, domingo 13 de julio de 2019. 10ª de Feria. Lleno.

Toros de 

, muy bien presentados, en tipo, con cuajo y kilos. De juego desigual. Destacó la movilidad y nobleza del tercero. Manejable a su altura segundo y sexto, pero a menos. El resto, de menos opciones.

Rafaelillo, saludos y herido.

Octavio Chacón, silencio tras aviso, silencio tras aviso y silencio.

Juan Leal, vuelta por su cuenta y silencio tras aviso.

Enfermería: El torero Rafael Rubio "Rafaelillo", cogido de forma violenta por el cuarto toro de la corrida de Miura, fue atendido en la enfermería de la plaza de "una cornada envainada en el hemitórax izquierdo y múltiples fracturas costales", un percance valorado por los médicos como "grave". El espada murciano también presentaba un enfisema (entrada de aire) subcutáneo, hemotórax (presencia de sangre en la cavidad pleural) e inestabilidad hemodinámica, según recoge el parte médico oficial. En la enfermería se ha procedo a realizarle una "toracotomía exploradora, realizándose reparación de estructuras lesionadas y hemostasia (técnica para cortar la hemorragia), además de colocarle un tubo de tórax". Al finalizar la intervención, que ha durado cerca de dos horas, el paciente fue derivado al complejo hospitalario de Navarra.

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