Un gris arranque de San Isidro

Madrid por San Isidro. Mejor combinación, imposible. Día de reventón en Las Ventas para comenzar la Feria por todo lo alto. Lleno de ‘No hay billetes’ y cartel fuerte como hacía tiempo que no se veía para dar el pistoletazo de salida al principal ciclo de la temporada taurina de nuestra España.

Otra cuestión resultó el resultado final, lastrado por un encierro de poca enjundia del hierro santacolomeño de La Quinta. Nobleza pajuna, sin emoción, que en Madrid no sirve para trascender.

No estuvo sobrado de fuerzas el toro que abrió la feria y el festejo. Un toro muy en el tipo de Santa Coloma que estaba destinado para que tomase la alternativa Álvaro Alarcón. El toledano llegaba a este compromiso sobre la bocina después del percance que sufrió el pasado mes de marzo en esta plaza. Fractura de tres cotillas la perforación en la pleura. Así rezaba el parte médico del doctor García Padrós. Un milagro que hoy hiciese el paseíllo en Las Ventas. Tuvo bondad el de La Quinta en los primeros compases del trasteo aunque sin terminar de soltarse. Muy firme el toledano, abandonándose en las formas. Al natural llegaron las mejores cotas. De uno en uno. Profundo el trazo y asentada la figura. Una tanda, después no hubo acoplamiento y ahogó en demasía al toro. Se fue con mucha verdad tras de la espada para dejar una estocada ligeramente desprendida que tuvo mucha muerte. La ovación final recompensó lo realizado.

El sexto lució buena testa pero liviana anatomía. Hizo concebir alguna esperanza en el templado inicio de faena de Alarcón. Pura ilusión. El cárdeno comenzó a medir al toledano y a frenarse en sus embestidas. Firme el torero y deslucido el toro con el viento como molesto invitado de última hora. Nada se conjuntó.

Tocado de pitones, de entipadas hechuras y sin terminar de romper en los primeros tercios resultó el primero del lote de El Juli. Muy asentado y comprometido el madrileño. Consintiendo mucho al de La Quinta, hubo una tanda al natural plena de mando y profundidad. Cuando la plaza comenzaba a dividirse, Julián sacó una tanda en redondo muy meritoria. Y después otra por el mismo pitón que terminó de cautivar al público. Inteligente El Juli, que se fue tras de la espada para dejar una estocada corta trasera y tendida que necesitó de un golpe de verduguillo. Tuvo que salir al tercio a saludar el torero.

El simplón cuarto dejó estar a El Juli, sin más. Faena sin terminar de romper ni de atrapar la atención del publico de Las Ventas. Una estocada desprendida puso fin al primer compromiso de Julián en esta feria.

El tercero de La Quinta rompió a bueno en la muleta con el que Roca Rey se enfrascó en un trasteo de muchos muletazos pero de poco compromiso. Eso en Madrid es pecado mortal. Quiso Andrés, pero salió a flote una versión estajanovista que no caló en los tendidos de Las Ventas pese a su voluntad por agradar. Se alivió tanto en el pinchazo como en la estocada posterior, por lo que la espada viajó a los blandos del cárdeno.

El quinto fue un animal incómodo por su tendencia gazapona y venirse al paso cuando embestía. Tampoco le fluyeron las ideas y las muñecas a Roca Rey, algo superado por el ambiente de Las Ventas. Faena espesa que remachó de un pinchazo y una estocada en el rincón. Dos silencio resumieron el tibio paso por su primer compromiso isidril.

Madrid, miércoles 10 de mayo de 2023. 1ª de Feria. Lleno de ‘No hay billetes’.

Toros de

, de desigual presentación y dispares hechuras. Conjunto manejable en distintos grados pero falto de casta y emoción.

Julián López ‘El Juli’, saludos y silencio.

Andrés Roca Rey, silencio y silencio.

, que tomaba la alternativa, saludos y