1ª FERIA DE SAN PEDRO
Ismael Martín triunfa en su alternativa junto con El Fandi en el inicio de Burgos
Manuel Escribano obtuvo un trofeo con el peor lote de una manejable pero desrazada corrida de Bañuelos.
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Ismael Martín, que tomaba la alternativa, y 'El Fandi' que han cortado dos orejas cada uno, han sido los triunfadores en la primera de abono de la feria de San Pedro y San Pablo en Burgos, en la festividad del patrón. Manuel Escribano, obtuvo un trofeo con el peor lote.
Hubo competencia en un cartel de matadores banderilleros, compartiendo tercio los tres espadas, que tanto éxito tuvo en las décadas de los 80 y 90.
No pudo entrar de mejor forma el toricantano Ismael Martín en el escalafón de matadores de toros. El salmantino muy solvente, en una entregada actuación desde que se hizo presente con varias largas cambiadas de rodillas.
Variado con el capote y banderillas instrumentó a 'Burgalés' de noble condición, que empujó con fijeza en el peto, una faena bien hilvanada y templada, que había iniciado con un farol de rodillas. Se perfiló en corto y por derecho, como mandan los cánones, dejando un estocada hasta las cintas.
Con el que cerraba festejo, más despegado del suelo que sus hermanos. Ismael Martín no se dejó nada en el tintero, firmó los mejores pasajes en la muleta sobre la diestra, templado y relajado. Por el izquierdo el toro soltaba la cara, el salmantino hizo un esfuerzo importante, siendo feamente volteado.
El Fandi pechó con un toro manejable por el izquierdo pero justo de fuerza, sin embargo por el derecho se le vino por dentro. Fandi, tiró de oficio en este segundo, calentando a los tendidos en el epílogo cuando se echó de rodillas.
Con el cuarto 'Preceso' que tuvo franqueza y recorrido en la muleta, Fandi le buscó las vueltas por ambos pitones, en una faena más de envoltorio que de contenido, coronada con una contundente estocada.
Manuel Escribano se estrelló con el deslucido tercero, muy desrazado. Al iniciar la faena con un cambiado por la espalda, de extraordinario ajuste, el toro le rompió la taleguilla, sufriendo un varetazo. De forma acertada el de Gerena decidió abreviar, ante los continuos amagos del de Bañuelos de echarse durante la lidia.
Se fue a porta gayola Escribano en el quinto, un toro con mayor remate que sus hermanos. Inverosímil el par de banderillas que cerró el tercio, un quiebro por los adentros contra las tablas, iniciado en el estribo de rodillas. Protestaba el de Bañuelos en el embroque, Escribano le dejó puesta siempre en la cara, sin soltar la embestida. Resultando una faena plana.