EL ALBERO
Rafaelillo: “No me importaría reaparecer con una corrida de Miura”
El murciano contó en El Albero cómo va la recuperación de su grave percance en Pamplona y sus planes junto a su nuevo apoderado Marcos Sánchez Mejías.
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Cuatro meses después, la vida diaria de Rafael Rubio Rafaelillo se ve condicionada por el brutal percance que sufrió en la Feria de San Fermín de Pamplona. Un toro de Miura le propinaba una tremenda paliza y le fracturaba numerosas costillas y le provocaba un neumotórax izquierdo y un hemotórax derecho.
“Ya me encuentro mejor físicamente y anímicamente. El verano fue bastante duro, pero desde finales de septiembre he notado una mejoría importante”, explicó Rafaelillo al comienzo de la entrevista en El Albero.
“He empezado a hacer algo de deporte aunque sin forzar la parte del tórax. Ahora estoy esperando que el día 14 el doctor Robles, el cirujano jefe de la plaza de toros de Murcia, me haga un nuevo TAC contrastado para compararlo con el último y ver cómo va la evolución. Confío en que salga bien porque ya me noto mejor”, continuó relatando el torero murciano.
Sobre si este grave percance le dejará futuras secuelas, Rafael reconoció que “no sabemos aún si quedará alguna, espero que no. Pero es verdad que el doctor ya me dijo que hay personas que con menos de lo que yo he tenido, les ha quedado alguna secuela. Me lo dejó entrever y me lo dejó caer con tacto y cariño. Dios quiera que no se de el caso y ojalá que no me impida realizar mi actividad como torero”.
Rafaelillo recordó en COPE los momentos que pasó tras el percance que sufrió el pasado 14 de julio en la plaza de toros de Pamplona. “Hubo momentos duros, los más difíciles de mi vida. Me asusté porque ya en el callejón cuando intentaron quitarme la chaquetilla noté que el toro me había reventado. Casi no podía ni respirar. En la enfermería noté como mi cuerpo se apagaba como una vela, notaba como me faltaba el oxígeno…”.
A pesar de todo, el diestro acepta los momentos duros y cree que merecen la pena porque “los toreros somos personas de carne y hueso pero también somos artistas y tenemos una sensibilidad especial con una vocación especial. Y es tan grande lo que sentimos por dentro, que mientras tenemos ilusión por la profesión, uno está dispuesto a todo”.
Rafael también reconoció que hay un distinto rasero respecto a la atención mediática. “Es algo que lo tengo asumido desde hace tiempo. He sentido a los que tenía que sentir, a los que nunca me han fallado tanto en lo personal como en lo profesional. Como cada torero es un mundo, es verdad que a otras cogidas se les ha dado mayor importancia. Pero lo único que quiero es que se valore lo que hacemos los toreros en este tipo de corridas que lidió yo porque tienen un plus más y se le tenía que dar el valor que se le tiene que dar. Ojalá algún día se valore más”.
Pese a todo, Rafaelillo ya mira al futuro y buena prueba de ello es el anuncio esta misma semana de su nuevo acuerdo de apoderamiento con Marcos Sánchez Mejías. “Él ya me apoderó en 2009 cuando trabajaba junto a José María González de Caldas. Compartimos apoderamiento con mi compadre Daniel Luque y ahora me ha traído mucha ilusión. Él ya sabe de mi capacidad, conoce mi carrera y ha sido el primero que quiere trabajar en mí, ilusionarme y colocarme en el sitio que me merezco. Tenemos una gran relación personal y estoy en una etapa que quiero vivir intensamente. Tenemos un feeling especial y ahora queda recuperarme totalmente para poder empezar a prepararme y tener una reaparición bonita”.
Una reaparición en la que no haría ascos a nada, no importándole volver a verse las caras con el hierro de Miura. “Está claro que lo tengo más que asumido. Sería bonito empezar tal y como acabé. Y si tengo que reaparecer con una de Miura no me importaría porque es la ganadería que está más unida a mí, la que me ha dado todo. Desde triunfos, a tardes complicadas y la que ha estado a punto de quitarme la vida. Pero si sigo en esto, es para estar al cien por cien”, concluyó Rafaelillo.