27ª SAN ISIDRO

Tomás Rufo acaricia el toreo y roza la puerta grande de Las Ventas

Tarde importante del toledano, que cortó una oreja gracias a una faena basada en el temple y la profundidad a un noble toro del Puerto de San Lorenzo.

Tomás Rufo durante la faena de muleta al sexto toro del Puerto de San Lorenzo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Tomás Rufo es una estrella. Volvió a Las Ventas tranquilo, sabedor de que tiene lo que la gente quiere. Y además es capaz de dárselo. Mientras se calienta el debate entre los poderosos vs los de arte, Rufo triunfa. Todo lo que hace tiene sentido y se hace viral. De novillero pegó un muletazo por bajo antes de salir a hombros y ahora lo imitan todos los aspirantes. Hasta Roca Rey quiere ser ya como Rufo. A Morante le espoleó Aguado y lo puso en 100 corridas Juan Ortega. La 'Rocaneta' va en sexta porque Tomás ha venido adelantando por la derecha, pero despacio. Muy despacio. Igual que toreo al sexto toro de la tarde.

Llevaba por nombre 'Lirón' y protagonizó un tercio de varas accidentado y dramático. El toro derribó al caballo, que cayó encima del picador Manolo Sayago. Quedó aplastado varios segundos angustiosos hasta que consiguieron quitarle, primero, al toro, y segundo, al caballo. Pasó rápido a la enfermería. Después, un nuevo triunfo de Fernando Sánchez, que puso seguramente el mejor par de todos los que ha puesto en esta feria. Toda la plaza, en pie. Esperó a que el toro le llegase, cuadró en la misma cara y salió andando con chulería. Una locura. Entre eso y el brindis al público, Las Ventas se calentó.

Bajo el 6 arrancó Tomas Rufo la faena. Con inteligencia, temple y un dominio de los tiempos abrumador. Lo ligó por el derecho y llevó largo a un toro que apuntó gran clase, pero pecó de fuerza como sus hermanos. Lo crujió toreando, como hacen las figuras. En el primer natural se le quedó en la barriga, pero aguantó Rufo en el sitio y terminó convenciendo al toro. Toreó con la mano izquierda a placer, como si llevara en esto 20 años. Quería las dos y se puso en el sitio donde se cortan, pero le faltó empuje a su oponente. El epílogo por bajo fue también un regalo para la vista. Para rematar, un espadazo de escándalo que acabó con el toro en segundos. Cortó una oreja y le pidieron la segunda, pero el presidente se contuvo. Más allá de trofeos se confirmó lo que todos sabían: Tomás Rufo va a ser figura del toreo.

Cuidó mucho a su primero y se lo dejó crudo para el último tercio. Brindó su obra a Rafael González, herido el día anterior por el toro de su alternativa. El viento y la flojera del toro condicionaron en gran medida todo lo que planteó Rufo. En Madrid es muy complicado llegar arriba con un inválido y el toro de la vertiente Jandilla de los Fraile no se tenía en pie. Se alivió en exceso al entrar a matar y colocó la espada en el guarismo.

Abrió la tarde Alejandro Marcos, que debuta como matador en Las Ventas. El toro de la confirmación salió al paso de chiqueros, se paró en la misma puerta, plantó un pino y empezó a pasearse por la plaza. Típico del encaste, se dice siempre. No consiguieron hacerse con él y en la huida se topó con el caballo que guardaba la puerta. Romaneó en el segundo encuentro en varas y se ralentizó en el ceñido quite por chicuelinas del torero. Brindó a su tío, en un burladero del tendido 1, y ahí se quedó para torear. Hiló varios doblones con muletazos verticales de mucho gusto. El mismo que le puso a la segunda tanda, muy templada y con una torería muy asolerada para su bisoñez. Se desplazó el toro con prontitud, pero falto de celo. Aquello no transmitía nada, pese a la voluntad del confirmante. Cuando le exigió al natural perdió las manos. Atravesó de mala manera al de El Puerto con la espada al segundo intento. Entró dos veces más a matar y se enredó con varios golpes de descabello.

Dejó largo al quinto en el segundo encuentro con el picador, que le dio cera en abundancia. Salió del caballo algo endeble, pero con buen estilo en la embestida. Se quería comer la muleta, colocaba la cara con una calidad para soñar el toreo, pero Marcos no se acopló con él en ningún momento. Tampoco le ayudó el viento. Acortó pronto las distancias y abusó de él para rematar y no para torear por derecho. Acusó el toro la masacre en varas y perdió varias veces las manos. Aún así siguió buscando en todo momento la muleta por abajo, con ritmo y calidad. Para terminar de redondear una confirmación muy floja, un nuevo sainete con la espada. Tres pinchazos en el sótano y otros tantos de cualquier manera hasta que consiguió enterrar la espada. .

En el segundo toro de la tarde llegó el enésimo milagro taurino. Tomás Rufo quitó por gaoneras al toro de José María Manzanares y tras la revolera del remate lo prendió con el pitón derecho y trató de reventarlo en el suelo. El pitón recorrió su cuello y le arrancó la camisa y parte del corbatín. El toledano se agarró de los pitones con todas sus fuerzas para evitar que le llegasen al rostro. Todo quedó en un susto. Tras el percance, Manzanares. Entre el viento, los enganchones y la falta total de ajuste se puso difícil la cosa. El toro no tuvo dos embestidas iguales y tan pronto se comía la muleta como la quería rajar dando cabezazos. El torero de Alicante no consiguió limpiarle los gañafones y violentó más si cabe al exigente ejemplar de El Puerto. No dejó de embestir metiendo los riñones y exhibiendo su casta. Muchas dudas del matador, que, eso sí, lo mató de manera soberbia al volapié.

Al cuarto lo toreó Manzanares muy templado con la muleta, pero muy despegado y más allá del hilo del pitón. Los remates fueron bellísimos, especialmente un cambio de mano cosecha de Alicante que hizo rugir a la plaza. El toro se movió con mucha calidad en la embestida, aunque no terminó de humillar por completo. Lo entendió muy bien el torero, especialmente por el pitón izquierdo, pero el toreo al natural fue algo fugaz. Una única tanda y otra vez con la diestra, toreando con un ritmo que conectó rápido con los tendidos. No obstante, la faena destacó más por elegantes detalles que por toreo fundamental. No hace mucho, Manzanares le habría cortado las dos orejas a este toro. Lo cazó con la espada al tercer intento y saludo una ovación que supo a casi nada.

Madrid, viernes 3 de junio de 2022. 27ª de Feria. Lleno de 'No hay billetes'.

Toros de Puerto de San Lorenzo, correctos de presentación, flojos y con opciones en la muleta, y La Ventana del Puerto (3º), inválido.

José María Manzanares, ovación y ovación.

Alejandro Marcos, que confirmó alternativa, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.

Tomás Rufo, silencio y oreja con petición de la segunda.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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