El error garrafal que cometes al guardar la leche en la nevera y que puede estropearla
Los productos lácteos son especialmente sensible a la temperatura a la que se coservan, por lo que hay que ser especialmente cuidadosos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La leche es uno de los productos más demandados estos días durante la cuarentena por el coronavirus, y los consumidores se están lanzando a comprar numerosos paquetes de leche para familias en las que hay varios niños. Por ello, tenemos que tener especial cuidado con cómo guardamos los bricks y las botellas de leche en la nevera, porque podemos terminar tirando a la basura una gran cantidad de envases si cometemos este error, que es mucho más común de lo que parece.
Y es que distribuir los alimentos de manera adecuada en nuestro frigorífico, a nivel general, es mucho más importante de lo que pensamos. No es lo mismo guardarlas en la balda de arriba, que en el cajón de las verduras o en la puerta de la nevera. De hecho, también tenemos que tener en cuenta que estos deben guardarse con una temperatura que oscile entre los 4 y 1 grado centígrado. Por ello, siendo los lácteos uno de los alimentos más delicados, ¿dónde debemos guardar la leche?
GUARDAMOS LA LECHE DONDE NO DEBEMOS
Una gran parte de españoles confesarán que guardan los bricks y las botellas de leche en la puerta de frigorífico. Esto se debe a que son baldas más altas, diseñadas para albergar botellas, y tenemos la costumbre de dejar ahí los líquidos. Sin embargo, no podemos estar más equivocados, porque es el peor posible para depositar, ya no solo para leche, sino para el resto de lácteos, como los yogures.
¿Por qué se trata del peor sitio? Porque es el lugar del electrodomésticos que más expuesto se encuentra a cambios de temperaturas. Estamos constantemente abriendo y cerrando el frigorífico a lo largo del día, por lo que las bebidas que están en la puerta son las que más se alejan del frío residual cuando está abierta. De la misma forma, el motor de frío de la nevera puede producir corrientes de temperatura a lo largo de las baldas, arriba, enmedio o abajo, pero en ningún caso está en la puerta. Por ello, la puerta siempre es la parte más cálida dentro de la nevera.
¿DÓNDE DEBEMOS GUARDAR LA LECHE ENTONCES?
La mayoría de neveras contienen el frío en las mismas zonas, por lo que la leche debería guardarse en el estante de abajo o a la mitad del frigorífico. Una lección que se aplica a cualquier tipo de lácteos: los fabricantes recomiendan también guardar en las mismas zonas tanto los yogures, las natillas y los quesos.
Un cambio que no incide solo en la temperatura de los productos, sino que evita que las gotas que desprenden con su uso contaminen el resto de comidas, por lo que recomiendan reservar una sola balda a productos lácteos o, al menos, alejarlos considerablemente de otros alimentos como la carne.
SI NO ES LECHE, ¿QUÉ PONEMOS EN LA PUERTA?
Entonces, si no podemos en la puerta de la nevera la leche, ¿qué ponemos en su lugar? Podemos poner algunos yogures, pero solo aquellos que tengan un alto nivel de conservantes naturales. También podemos depositar mermelada o salsas. Todo ello productos que tengan también conservantes, por lo que el hueco para las botellas es idóneo para un líquido en concreto: zumos.