Los errores al cocinar patatas a la riojana que no te perdonarán en Logroño
Hay una serie de errores que cometemos con las patatas a la riojana que son imperdonables. Sigue leyendo para no cometerlos
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¿Quién no se ha chupado los dedos alguna vez gracias a unas buenas patatas a la riojana? Es muy difícil no acertar con un plato como este. Y más en La Rioja, ya que la comida de la que hablamos es muy típica de esta Comunidad Autónoma. Si la preparas allí, ten por seguro que el juicio será mucho más severo. Lo mismo pasa si el cocinero no eres tú y pretendes degustar este guiso en algún restaurante: las expectativas siempre están muy altas, sobre todo en tierras riojanas.
Las patatas con chorizo o a la riojana suelen evocar recuerdos de la infancia a quien las degusta, sobre todo en el norte de España: la cocina de la abuela, de toda la vida, del pueblo, de la tierra… Lo bueno que tiene este clásico de los primeros platos es que cuesta mucho no acertar con él. Si lo pruebas en invierno, todavía hay un mayor disfrute garantizado. Lo tiene todo para triunfar en esa época del año, como buen plato caliente que se precie.
Cuidado con los errores
La receta de las patatas a la riojana no tiene demasiado misterio. Sin embargo, eso no quiere decir que el plato esté exento de dificultades. Como suele pasar con cualquier comida, no prestar atención a los pequeños detalles que marcan la diferencia puede resultar fatal. Por tanto, merece la pena repasar algunas cuestiones importantes que pueden arruinar nuestras patatas con chorizo.
No contar con una buena materia prima
Es evidente que la patata resulta fundamental en este caso. ¿Qué es lo más recomendable? Que las patatas sean de tipo Kennebec (versátiles, grandes, con buen sabor…) o monalisa (menos agua, suaves…). Por supuesto, el chorizo con el que las acompañamos también debe ser de calidad. El de sarta siempre nos va a dar muy buen resultado.
Darle poca importancia al caldo
Quizá sea el elemento fundamental de las patatas a la riojana, así que no debemos menospreciarlo en absoluto. Si el caldo está muy líquido, error. Hay que espesarlo, pero por sí solo, sin necesidad de añadirle nada para conseguir esa espesura. Un buen truco para conseguir este objetivo es chafar unas patatas dentro del propio caldo. Cuanto más cremoso sea este y más engorde, mejor.
Pasarse con los complementos
Lo mejor es aderezar las patatas con un poco de cebolla y ajo. También cabe la posibilidad de darles un toque picante gracias al pimentón. Algo que quizá también consigamos al usar un pimiento rojo o verde. Incluso hay quienes le añaden jamón al plato. O vino para la salsa. ¿Nuestro consejo? Cebolla y ajo para que haya un poco más de sabor. Si el chorizo es el único acompañante de las patatas, mejor.
Las patatas no pueden estar de cualquier manera
Lo más deseable es que las patatas estén a punto de deshacerse. Si están bien enteras y duras, el plato pierde toda su gracia. Lo ideal es que estén muy suaves, y que pelemos y chasquemos las patatas en trozos regulares. El tacto en la boca no puede ser echado en saco roto: es fundamental.
Descuidar la cocción y el reposo
Una vez que hayamos sumergido todo en el agua (añadiendo antes los pimientos, la cebolla y el ajo), debemos dejar cocer las patatas unos 30-35 minutos. Una vez que hayamos hecho esto, debemos dejar reposar el plato 10 minutos. Y comerlo en el día, ya que las patatas pierden textura si pasan por la nevera. Otra cosa que se puede hacer al finalizar es quitar la grasa rojiza que suelta el chorizo (también puede desengrasarse el plato al echar a cocer el chorizo).
Si prestamos atención a todos estos pasos, nuestras patatas a la riojana serán de sobresaliente y conseguiremos triunfar con ellas. En La Rioja y en cualquier otro lugar.