Ribera: "Nadie va a cortar el grifo a nadie" por su lugar de residencia ante la sequía

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que "nadie va a cortar el grifo a nadie" en el país en caso de problemas por la sequía con argumentos geográficos o de residencia y ha calificado de "complicada" la situación en Andalucía y Cataluña.

El Gobierno de España va ofrecer "la solidaridad a todos aquellos que necesiten agua; no creo que haya nadie en este país que esté dispuesto a decir le corto el grifo y asumo que los vecinos de Barcelona, Sevilla o Málaga se fastidien y se queden sin agua", ha aseverado Ribera en el programa 'Al Rojo Vivo', de La Sexta.

"Lo que importa es la seguridad hídrica, la seguridad de agua de boca para las personas, que es el uso más importante para el bienestar en nuestros hogares", ha añadido la ministra.

El volumen de agua embalsada en Andalucía y Cataluña está "muy por debajo de los umbrales razonables" para esta época del año, por tanto, ha dicho, "mano tendida", para una y otra frente a la sequía.

Pero no es solo el Estado el que debe actuar, ha añadido Ribera, porque "hay competencias muy importantes de las dos comunidades autónomas que deben estar activadas".

Entretanto, ha recomendado "alerta, cautela y sobre todo, seriedad, responsabilidad en el ejercicio de las de las funciones y voluntad de colaboración entre todos".

También ha señalado que probablemente en Cataluña, en el área metropolitana de Barcelona, "si no llueve, y ojalá lo haga en los próximos días, habrá que pensar cómo aportar agua", si a través de barco, o por los cauces que puedan estar disponibles.

Es importante, ha puntualizado la vicepresidenta, "anticiparse" para garantizar el mejor diálogo posible en un tema "sensible" como la sequía, "para dar seguridad, confort a los consumidores y para que vivan donde vivan puedan sentirse tranquilos".

Ribera se ha referido además al reciente vertido de pélets en el Atlántico, frente a la costa gallega, y ha aclarado que "afortunadamente" ni por el tipo de material ni por el volumen tiene que ver con el Prestige, aunque, a su juicio, "lo mejor que nos puede ocurrir es reducir los excesos de plástico en nuestras vidas".

Ante las acusaciones de los últimos días de utilizar el vertido como arma electoral, la ministra ha pedido "otras maneras de hacer política".

A su juicio, los ciudadanos esperan que resolvamos los problemas juntos, tal y como se ha demostrado con problemas mucho más serios y más graves, como puede ser la protección de Doñana o la del Mar Menor.