MAR CONTAMINACIÓN

Una marea humana recorre el centro de Santiago en defensa de un mar limpio y sus recursos

Una gran movilización social inundó en la mañana de este domingo las calles del centro de Santiago de Compostela con motivo de la convocatoria realizada por organizaciones ecologistas y de defensa del mar y de los recursos pesqueros y marisqueros.

Agencia EFE

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Una gran movilización social inundó en la mañana de este domingo las calles del centro de Santiago de Compostela con motivo de la convocatoria realizada por organizaciones ecologistas y de defensa del mar y de los recursos pesqueros y marisqueros.

A menos de un mes para que se celebran las elecciones gallegas, el 18 de febrero, la manifestación fue además un clamor contra la gestión del episodio contaminante causado por el vertido en aguas portuguesas de 'pellets' procedentes del mercante 'Toconao', que continúan llegando a la costa de Galicia y a otras zonas el norte peninsular.

A la marcha, que partió de la Alameda compostelana y concluyó en la emblemática Plaza del Obradoiro, asistieron numerosos cargos políticos de fuerzas progresistas, como la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y la exministra de Igualdad Irene Montero.

También estaban presentes candidatos y candidatas que aspiran a presidir el Gobierno gallego a partir del próximo 18F, como Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG-PSOE), Marta Lois (Sumar) e Isabel Faraldo (Podemos).

'Acuérdate del mar cuando vayas a votar'; 'No somos furtivos, somos marineros'; 'Las mariscadoras lloran, las mariscadoras no facturan', contradiciendo la letra de la canción de Shakira, o 'La gente limpiando, la Xunta manipulando', fueron algunas de las consignas que se pudieron escuchar durante la manifestación.

Aunque la contaminación por "pellets" no es comparable con el desastre ecológico que ocasionó el hundimiento del 'Prestige' en noviembre de 2002, numerosos colectivos hicieron alusión a la 'marea negra' causada por el petrolero y exhibían pancartas con el lema 'Nunca Máis' que surgió para reclamar responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas por aquel desastre.