La advertencia de la Policía Nacional sobre lo que no debes hacer en un restaurante: hasta 8 años de prisión

Los restaurantes suelen ser un gran punto de encuentro para muchas personas, ya que es un lugar perfecto para socializar, ya sea con la familia, con los amigos, o incluso con tu pareja. Es un clásico la famosa expresión 'ir a tomar algo' y además, es una práctica que sobre todo a los españoles les sienta muy bien. En nuestro país, es muy habitual ver las terrezas de los bares repletas de gente, disfrutando del clima y en compañía.

Por otro lado, en los restaurantes, de vez en cuando hay quien decide hacer un 'simpa', es decir, irse sin pagar. Esto, que puede parecer como algo divertido para el que lo hace, para los dueños del local es una faena.

Consecuencias de hacer un 'simpa'

Además, las consecuencias para quien comete el 'simpa' también puede ser fatales. Una agente de la Policía Nacional ha explicado en la cuenta oficial de Tik Tok que "si te vas sin pagar lo que consumes en un establecimiento podrías estar cometiendo un delito de estafa, cuyas penas van desde multas en los casos leves hasta ocho años de prisión en los agravados".

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El 1 de julio de 2015 se reformó en el Código Penal este tipo de actos y desde entonces, tienen castigos mayores. Por tanto, cuando entró en vigor la reforma pasaron a considerarse como delitos leves de estafa. Podrían llegar hasta los 400 euros de multa y penas de multa de 1 a 3 meses.

Pero, como comentaba la policía en el vídeo, podría llegar a los ocho años de cárcel si el caso se agrava. Hay que tener en cuenta esto último porque si la persona ya ha sido condenada 3 veces por delitos similares, ya no solo se juzga la multa, que entonces pasaría a ser de 6 a 12 meses, se podría condenar en prisión entre 1 y 6 años.

Métodos para cazar a los estafadores

Un usuario de 'X', el antiguo Twitter, @soycamarero compartió en su cuena el método que tiene un hostelero para pillar a los clientes que se van sin pagar del restaurante. El elemento principal es el número de teféfono que lo tenían en el local tras la reseva y gracias a ello, pudo contactarles.

Entonces, con buenas formas, el dueño del restaurante se puso en contacto con él y le preguntó acerca del pago, que no constaba a ningún camarero de ello y si podría decirle a quién le pagó. Incluso, le menciónó que si se hubiera ido sin pagar porque no se dio cuenta que sin problema podían "abonar la transferencia y estaría todo perfecto".

Ante esto, el cliente le bloqueó y lo más evidente era sospechar que se fueron sin pagar, ya que revisaron las cámaras y así lo demostraban, le dieron un margen de 24 horas para abonar el pago y sino le denunciarían. Esta reacción fue la que hizo al cliente entrar en razón, desbloquearle de WhatsApp al hostelero y comprometerse a realizar el pago. A todo esto, el dueño del restaurante siguió siendo educado y con buenas palabras quiso restarle importancia a la situación y darle las gracias.