Alerta alimentaria: antes de comprar el Roscón de Reyes, atención al aviso de Consumo
Desde el ministerio que dirige Alberto Garzón advierten de uno de los riesgos de comprar Roscón de Reyes este año
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Roscón de Reyes es uno de los clásicos de cada Navidad. Y es que para todos los que deciden comprar uno para que no falte en su mesa el día de Reyes es importante que presten atención a la última alerta alimentaria que se ha lanzado desde el Gobierno, en concreto desde el Ministerio de Consumo. Uno de los ingredientes básicos del roscón es la nata, pero, ¿es realmente nata lo que nos venden en los Roscones de Reyes? Pues muy atento porque te puedes llevar una sorpresa.
¿Nata de verdad? Que no te la cuelen con el Roscón de Reyes
Dejando al margen a quienes prefieren el roscón sin nata o sin relleno en general, vayamos a la receta más clásica, en la que entre la parte superior y la base se debe colocar una buena porción de este derivado lácteo. El problema que nos podemos encontrar al comprar un roscón es que la nata, en realidad, no sea nata. ¿Cómo es esto posible? Desde Consumo nos avisan para que estemos atentos: "una práctica muy común en los roscones es sustituir la nata por un 'mix de grasas vegetales'".
Según el ministerio, la nata que podemos comprar en los roscones más comunes (y en los más asequibles) "suele estar elaborado a base de grasas y aceites vegetales, donde predominan los de palma, coco y otros mezclados con grasas hidrogenadas", conclusión, de todo menos nata. ¿Quiere decir que sea esto algo malo? Realmente no. No son tan saludables como una nata casera o hecha por la pastelería al contener productos procesados. El uso de estas 'natas' que en realidad no lo son tiene dos consecuencias directas, tanto en el precio (suelen ser roscones más baratos), como en el sabor (ni punto de comparación con una nata de verdad).
¿Cómo diferenciar la nata procesada de la nata de verdad en un Roscón de Reyes?
Desde Consumo se han apresurado a proporcionar al menos tres consejos para que podamos diferenciar el relleno de nuestro roscón e identifiquemos cuando nos están colando una nata procesada en vez de una nata real.
En primer lugar, Consumo recomienda comprobar que "en la etiqueta aparezca "nata" como ingrediente único del relleno (se mostrará como un porcentaje del total del roscón)", es decir que si aparecen algunos de los ingredientes procesados que ya hemos mencionado, se trataría de una nata no natural.
El segundo consejo que se nos da es sobre la composición de la propia nata. Esta "debe estar hecha a base de leche de vaca. Puede llevar azúcar y algunos aditivos, conservantes y estabilizantes", según indican desde el propio ministerio.
Finalmente, nos recomiendan que estemos atentos a si la nata "contiene aceites de palma, de coco u otras grasas vegetales" en cuyo caso "no es nata, es un mix de grasas vegetales", con todo lo que ello implica.
Estos son algunos de los consejos básicos que se proporcionan desde el Ministerio de Consumo para que estas Navidades podamos disfrutar de un buen Roscón de Reyes o, al menos, si elegimos una opción más económica, sepamos lo que estamos comprando.