El alimento que congelamos en España y que nunca se debe hacer: Un problema de seguridad alimenticia

Esto se debe a la composición del propio producto y, probablemente, no te hayas percatado de ello

El alimento que congelamos en España y que nunca se debe hacer: Un problema de seguridad alimenticia

Redacción digitalPaola Albaladejo

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Muchas veces, por conservar mejor un alimento y que no pierda propiedad alguna, se opta por congelarlo y disfrutar de ese producto cuando venga mejor. No obstante, no siempre es recomendable hacerlo. Depende del alimento.

Es el caso de las patatas crudas, que se aconseja no congelarlas sin haberlas cocinado previamente. Es un producto que contiene mucha agua y su estructura celular cambia al congelarse. Esto provoca que adquiera una textura suave y desagradable cuando se descongela.

Esto se aprecia, por ejemplo, cuando se congela un puré de patatas. Al sacarlo del congelador parecerá una masa llena de agua.

Para evitar esto, por tanto, debes cocerla previamente. Si no te has percatado de ello, un consejo es que lo calientes lo suficiente en un cazo hasta que hierva. De este modo, la textura será más agradable.

Esto sucede en otros alimentos como las verduras crudas con un elevado contenido de agua o en productos lácteos con una alta concentración de grasa. En el primer supuesto, no se congelan adecuadamente porque su estructura celular se ve perjudicada (como sucede con las patatas).

Congelador

Y, con los productos lácteos con mucha grasa, lo que sucede es que la grasa puede llegar a separarse, adquiriendo una textura poco agradable y con grumos.

Así que ya sabes. Si deseas congelar determinados productos para no echarlos a perder... igual va a ser peor el remedio que la enfermedad porque, tal y como te hemos dicho, la patata si no se cuece previamente, puede resultar fatal en cuanto a textura y sabor. Y lo mismo sucede con el resto de supuestos que se han planteado.

Y es que no se debe desperdiciar un producto como la patata, que tiene muchos beneficios. Nos da energía al ser rica en carbohidratos y es una importante fuente de potasio, rica en vitamina C, vitamina B, ácido fólico, magnesio y hierro. Además, hay estudios que sugieren que la patata es una buena opción vegetal para obtener proteínas. Son también ricas en antioxidantes que ayudan a neutralizar los temidos radicales libres.

Otros aspectos a tener en cuenta si guardas alimentos en frío

El congelador es un gran avance para nuestro día a día, pues nos permite disfrutar de alimentos que, a priori, no podríamos consumir porque han caducado. Pero es importante saber utilizarlo adecuadamente.

Uno de los aspectos más relevantes es ordenar correctamente los cajones del congelador. Puede parecer, al principio, una tontería, pero el modo en el que distribuyes los alimentos puede condicionar el sabor final de este producto una vez cocinado. Por tanto, si metes los alimentos de forma aleatoria sin más jerarquía que la de aprovechar los espacios al máximo, estarás cometiendo un grave error.

Lo correcto sería que uno de los cajones esté destinado a la verdura, otro a la carne, y un tercero al pescado. Así, evitarás que los olores se entremezclen. Si no lo haces, la comida puede adoptar el olor de otros alimentos y que la degustación de estos productos no sea tan agradable como esperamos.

Congelador

Además, también se aconseja que el pescado y la carne estén en los cajones superiores para que el proceso de congelación se realice de un modo más ágil. Y, si puede ser, al fondo de la bandeja, ya que ahí es donde más se concentra el frío.

Otro de los asuntos que seguramente te habrás preguntado es si puedes volver a congelar un alimento previamente descongelado. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición incide en que nunca se puede volver a congelar un alimento que se ha descongelado, a no ser que se cocine antes de volver a congelarlo.

Por último, debes saber que también es aconsejable que coloques una etiqueta con el nombre del alimento y la fecha de congelación. Esto permitirá que, cuando revises el congelador, podrás saber qué productos pueden haber sufrido algún tipo de deterioro.

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