Caminar lento o inclinado hacia delante: los gestos que haces y que son un imán para los delincuentes

El Balance de Criminalidad del primer trimestre de 2022 no pone sobreaviso. Comparando con los tres primeros meses de 2021 se ve un aumento del 21 por ciento de los homicidios y de un 22 por ciento de los delitos contra la libertad sexual. En total, las infracciones penales han aumentado un 28 por ciento, lo que supone 43 infracciones penales por cada mil habitantes.

Ante esta situación podemos plantearnos si es posible evitar ser la diana de los delincuentes. En este sentido, el experto en comunicación no verbal, José Luis Martín Ovejero ha advertido en COPE.ES de la existencia de algunas palabras y gestos a los que podemos recurrir y que pueden aumentar nuestras posibilidades de salir indemne de una agresión. "Expresar con nuestro rostro, tristeza o miedo y por supuesto el gesto con la mano tratando de frenar a la otra persona", pueden servir de ayuda.

Tres palabras

Además Martín Ovejero ha explicado la existencia tres palabras que podemos gritar en alto y que incrementarán las posibilidades de que seamos ayudados. "El mayor éxito de ayuda por parte de desconocidos se produce cuando el atacado decía expresamente 'no te conozco'". Para le profesor esta frase "elimina el grado de incertidumbre de los testigos" que pueden no tener del todo claro que se esté produciendo una agresión.

Cómo no ser un imán de delincuentes

Peor no cabe duda de que a veces es mejor prevenir. Existen investigaciones científicas sobre comunicación no verbal que aseguran que nuestra actitud o nuetsra forma de vestir pueden atraer la atención de los delincuentes y convertirnos en sus objetivos.

Según en esas investigaciones "se grabó en vídeo a distintos individuos caminando por sus ciudades y luego pusieron esas imágenes a otras personas entre las que se incluían reclusos que podrían ser sus atacantes", explica Martín Ovejero. La finalidad del experimento consistía en comprobar "qué pautas de comportamiento no verbal eran las más repetidas para considerar a alguien como una víctima potencial".

¿Y cuáles fueron? José Luis Martín Ovejero, cita las siguientes:

.- Zancadas más cortas en relación con su altura

.- Inclinación de su cuerpo hacia delante

.- Balanceo limitado de los brazos

.- Caminar lento o transmitir falta de energía al desplazarse

.- Las mujeres que llevaban falda o el uso de tacones

.- El hecho de desplazarse con falta de armonía o de sincronía

.- El grado de distracción de la persona, como por ejemplo ir manejando el móvil o escuchando música con auriculares.

Más vulnerables

Como regla general, explica el experto, los agredidos se caracterizan "por ser más vulnerables". En algunos casos, añade "por su menor resistencia a un ataque, por parecer mas difícil su huida o por no ir prestando atención al entorno".

En conclusión, aunque no resulte sencillo cambiar nuestro comportamiento, debemos de procurar "tomar conciencia de las señales que podemos estar enviando por si alguien nos observa con malas intenciones".