Consejos para limpiar y guardar el árbol de Navidad: lo que debes hacer y lo que no para conservarlo
Se acaban las fiestas y el principal elemento decorativo volverá a los garajes y trasteros, pero no debe hacerlo sin que antes le des un cuidado concreto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una vez termina la época navideña, llega el momento de guardar el árbol de Navidad. Hay muchas tradiciones respecto a este tema, pues una tradición que en sus inicios fue eminentemente cristiana. Lo propio sería que este se coloque durante dicho tiempo litúrgico, que estrictamente hablando comienza en las primeras vísperas de Navidad, el 24 de diciembre en la tarde, y termina con la Fiesta del Bautismo del Señor, el domingo posterior al 6 de enero.
El lunes que sigue al domingo en el que se ha celebrado dicha Fiesta, se continúa con el Tiempo Ordinario, por lo que ya no tiene sentido tener elementos de Navidad, entre ellos, el árbol. Quitar el árbol, el nacimiento y todas las decoraciones navideñas es una tarea que requiere tiempo, incluso más que montarlo, ya que hay que protegerlo bien al guardarlo, por lo que hay que planificar cuándo hacerlo. Aun así, hay amantes de la Navidad que aprovechan el tiempo al máximo y dejan puesto el árbol y la decoración navideña hasta febrero.
No es un sinsentido, porque el 2 de febrero es la fecha de la celebración cristiana de la presentación de Jesús en el templo. Por tanto, se dejan las decoraciones navideñas para celebrar ese acontecimiento y ese mismo día o el siguiente se quitan. En cualquier caso, seas del sector de la población que seas, conviene que el árbol se mantenga para que pase el resto del año cuidado y que las próximas navidades esté en las condiciones más adecuadas para que vuelva a lucir.
Los trucos
Lo primero que debes hacer es colocar una toalla en el suelo, sacudir el árbol de Navidad, colocarlo sobre la toalla y pasarle un trapo seco para que quede el mínimo polvo posible. En caso de alergias, conviene realizar el proceso con mascarilla para evitar episodios alérgicos. Otra opción es utilizar una aspiradora para eliminar el polvo acumulado, aunque hay que poner el modo de potencia mínima para evitar que alguna parte se rompa.
Una vez que el árbol de Navidad está sin polvo, se debe mezclar vinagre blanco (o jabón de lavavajillas) y agua a partes iguales para humedecer en esta solución la bayeta y pasarla por toda la superficie del adorno navideño. Con esto tu árbol estará limpio y desinfectado.
Antes de guardar el árbol, debes separar todas las partes desmontables y plegar el árbol, si es necesario con ayuda de alguna cuerda para que se quede bien recogido dentro de la caja, que previamente debes haber limpiado para no ensuciar el árbol al meterlo. Los adornos se deben introducir en su caja también, teniendo cuidado con aquellos que son más frágiles, que conviene envolverlos en papel de periódico para evitar que se rompan. Es aconsejable precintar las cajas para evitar que entre polvo o insectos en ellas y conservarlas en un lugar seco y fresco.