Esta es la forma en la que tienes que tender la ropa para que huela mucho mejor: más allá de efectos químicos
Aunque en temporadas de tormentas es un riesgo, merece la pena teniendo en cuenta que después vas a disfrutar de ella de una manera más cómoda
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Acabas de sacar la ropa de la lavadora, la cuelgas y, al recogerla, tus prendas tienen un olor raro que está muy lejos del olor a limpio y a suavizante que deberían tener. Coger unos pantalones para ponérselos y percatarnos de que desprenden un aroma a humedad es una sensación horrible. El lavado inadecuado de tus prendas, así como también algunos factores ambientales, puede contribuir a que tu ropa huela mal. Por eso hay diferentes cuestiones que debes tener en cuenta para evitar esta situación que es bastante incómoda.
No hay persona que no quiera que su ropa siempre huela como olía cuando éramos pequeños. Como el lavado de una madre no hay otro, pero hay recomendaciones para acercarse a ese resultado. Es obligatorio sacar la colada en cuanto termina el ciclo de lavado de la lavadora. Mantenerla cerrada en el tambor suele ser la causa principal de que surja ese olor desagradable. Lo mismo que no doblar y guardar la ropa hasta que no esté completamente seca. Por eso es importante comprobar que puños, interior de los bolsillos y gomas no estén húmedas.
No solo es una cuestión de que la ropa no se queda perfumada como debería, la textura de los tejidos, su suavidad o su color también pueden verse afectados si hay algún problema durante el lavado, pero nos centramos en el después. Las bacterias acumuladas en tus tejidos resisten los lavados entre la humedad y provocan ese desagradable olor. Si tendemos en el interior, lo normal es que esa humedad persista más en el tiempo. Además, existe más riesgo de acumular otros olores de la casa como el de la comida.
Problemas con los vecinos
La realidad es que la ropa secada al sol, al aire libre, mejora mucho más el proceso de secado. Es por lo que en 2020, un equipo de la Universidad de Copenhague descubrió los poderes que tiene el sol en todo esto. Los científicos lavaron a mano tres toallas en agua libre de microorganismos que pudieran afectar su olor. Después, las tendieron en diferentes sitios: la primera en una habitación a oscuras, la siguiente en un balcón con sombra y la última al sol. Encontraron unas diferencias que prueban que es mucho mejor secar la ropa al exterior que al interior o con dispositivos como la secadora.
Las toallas tendidas al sol contenían pentanal, un compuesto que suele utilizarse como aromatizante. El estudio explica que estos compuestos podrían formarse cuando el ozono del aire reacciona con los materiales de una toalla mojada. Es por lo que podría existir una relación directa con la luz solar que, en contacto con materiales húmedos, da lugar a transformaciones químicas. Hay situaciones en las que te toca compartir las cuerdas de tender la ropa y esto provoca discusiones. La convivencia con los vecinos no siempre es fácil como explica Carlos Herrera en 'Herrera en COPE'.