Se gradúa del Instituto en Estados Unidos con matrícula de honor y, 12 años después, su confesión da la vuelta al mundo: "Esto es lo que usé"

El caso de Aleysha Ortiz ha dado la vuelta al mundo por lo que ha revelado más de una década después de graduarse

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Aleysha Ortiz tiene una historia muy especial

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

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Aleysha Ortiz, una joven de 19 años recién graduada del instituto Hartford Public High School en Connecticut, Estados Unidos, ha sorprendido a muchos al denunciar al sistema educativo que la formó durante 12 años. A pesar de haberse graduado con matrícula de honor y haber obtenido una beca para la universidad, Aleysha ha revelado un secreto impactante que ha llevado a emprender acciones legales contra la Junta de Educación de Hartford y la ciudad por negligencia, así como contra su antigua gestora de casos de educación especial, Tilda Santiago, por infligirle "angustia emocional".

"Decidí que ellos (la escuela) habían tenido 12 años", afirma Aleysha en varias entrevistas. "Ahora es mi momento". La joven, que sueña con convertirse en escritora, ha sido noticia en numerosos medios por lo que ha revelado, e incluso su caso ha abierto un debate sobre la responsabilidad de las instituciones educativas y la necesidad de garantizar que todos los estudiantes reciban una educación de calidad.

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Aleysha Ortiz ha tomado una decisión muy dura

LA SORPRENDENTE CONFESIÓN DE ALEYSHA: "NO SÉ leer ni escribir"

Lo que Aleysha reveló 12 años después de comenzar su educación ha conmocionado a muchos: no sabe leer ni escribir, en un caso que ha recogido el medio CNN en Estados Unidos. A pesar de haberse graduado con honores, la joven asegura que el sistema educativo no le proporcionó las herramientas necesarias para superar sus dificultades de aprendizaje. "Veo palabras por todas partes… sin sentido", confiesa al intentar leer un pasaje de un libro.

Aleysha logró graduarse utilizando aplicaciones de tecnología asistida que le permitían traducir texto a voz y viceversa. "Las aplicaciones me dieron una voz que nunca pensé que tuviera", afirma. Grababa las clases en su teléfono, convertía las palabras en audio y luego transcribía sus respuestas para completar las tareas. Este método, aunque laborioso, le permitió alcanzar notas casi perfectas.

Aleysha nació en Puerto Rico y desde pequeña mostró signos de dificultades de aprendizaje. Su madre, Carmen Cruz, se mudó a Connecticut cuando Aleysha tenía 5 años, con la esperanza de que su hija recibiera una mejor atención educativa. Sin embargo, las cosas no mejoraron. "Vi que tenía un problema específico con el que tenía que lidiar", explica Cruz en una entrevista traducida del español.

las dificultades que aleysha presentaba y que denuncia

En primer grado, Aleysha ya presentaba dificultades para reconocer letras, sonidos y números. Según su demanda, estas carencias no fueron abordadas adecuadamente, lo que llevó a la joven a comportarse mal en clase. "Yo era la niña mala", reconoce Aleysha. Para cuando llegó a sexto grado, las evaluaciones mostraban que su nivel de lectura era equivalente al de un niño de jardín de infancia o primer grado.

La demanda de Aleysha no solo busca responsabilizar a las autoridades educativas, sino también concienciar sobre las carencias del sistema. "Los directores de las escuelas no saben lo que hacen y no les importa", denuncia. Aleysha y su madre esperan que su caso sirva para evitar que otros estudiantes pasen por lo mismo. "Estoy hablando para que otras personas en mi posición no tengan que pasar por lo mismo", dice Cruz.

Aleysha se encuentra ahora mismo en la Universidad

Jesse Turner, director del Centro de Alfabetización de la Universidad Estatal de Connecticut Central, señala que la historia de Aleysha no es única. "La calidad de la educación especial en las escuelas públicas a menudo varía según el código postal y la demografía", explica. Un informe de 2019 reveló que los distritos escolares con mayoría de estudiantes no blancos reciben 23.000 millones de dólares menos que aquellos con mayoría de estudiantes blancos.

la curiosa vida de aleysha tras la denuncia

Actualmente, Aleysha es estudiante de primer año en la Universidad de Connecticut, donde estudia políticas públicas. Aunque ha tenido que tomar un descanso para recibir tratamiento de salud mental, planea regresar pronto a las aulas. "Soy una persona muy apasionada y me gusta aprender", afirma. "La gente me quitó la oportunidad de aprender, y ahora estoy en la universidad y quiero aprovecharla. Porque esta es mi educación".

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El caso de Aleysha ha generado debate en Estados Unidos

Su caso ha abierto un debate sobre la responsabilidad del sistema educativo y la necesidad de garantizar que todos los estudiantes, independientemente de sus dificultades, reciban una educación de calidad. Aleysha, con su determinación y resiliencia, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia educativa. Su historia es un recordatorio de que, a veces, el éxito académico no es suficiente si no va acompañado de las herramientas necesarias para enfrentarse al mundo real.

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