El juego de mesa que debes practicar una hora a la semana para prevenir el deterioro cognitivo y estimular tu cerebro: Avalado por médicos de todo el mundo

En las últimas 24 horas, 144.000 personas se han creado una cuenta de Chess.com, la plataforma líder de ajedrez en línea. Muchos de ellos aún no saben que, lo que en apariencia es un juego tranquilo, les llevará a experimentar emociones fuertes, desde la alegría y el placer de haber realizado una gran jugada, hasta la rabia y la impotencia de haber echado a perder una partida inmortal por un sólo movimiento en falso. 

Pero eso no es lo más importante. Lo realmente significativo, para ellos y para cualquiera que juegue al ajedrez, sea o no a través de internet, es que estarán entrenando su cerebro mientras se divierten. Dos actividades que no tienen demasiadas oportunidades de confluir y, sin embargo, se funden especialmente bien sobre 64 casillas negras y blancas.

los beneficios que aporta el ajedrez a nuestra salud

El Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York firmó uno de los estudios que mejor avala la serie de beneficios que el ajedrez aporta al cerebro. El neurólogo Joe Verghese, al mando de la investigación, mantuvo en observación durante más de dos décadas a cerca de 470 personas mayores de 75 años. El estudio consistía en dividir a aquellas personas en grupos y ver la evolución de sus capacidades cognitivas durante el paso de los años, midiendo cómo las actividades que realizaban podían estimularlas: tocar instrumentos musicales, pasear, aprender nuevos idiomas, ir al gimnasio o practicar juegos mentales, en especial, el ajedrez.

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Las investigaciones concluyeron que aquellos que dedicaron un tiempo considerable al ejercicio mental fortalecieron más su resiliencia cognitiva, es decir, la capacidad del cerebro para hacer frente al deterioro que causa el envejecimiento o la aparición de enfermedades neurodegenerativas como, por ejemplo, el alzheimer. Quizás, una de las más celebres frases de Verghese en relación a este estudio fue pronunciada en 2014, en una entrevista al Washington Post, cuando aseguró que "pronto, nuestro médico nos recomendará jugar una partida de ajedrez al día". 

Hay más. Diversos estudios, realizados en diferentes partes del mundo, demuestran que la práctica del ajedrez potencia varias funciones cerebrales, sin importar la edad de quien se siente ante el tablero. Tales son los casos de las investigaciones publicadas en 2017 por la Universidad Internacional de La Rioja, España, o la Universidad Adventista del Plata, en Argentina.

pensamiento crítico, estrategia, decisiones bajo presión...

La vida, a veces, nos arrincona sin que sepamos por qué, tal y como sucede en el ajedrez, cuando los alfiles acorralan al rey, solitario en una esquina del tablero. Sin embargo, la llave que soluciona los problemas de ese monarca sitiado puede ser la misma que utilicemos para salir del paso en situaciones complicadas de nuestra vida cotidiana. 

El pensamiento crítico puede servirnos en ambos casos. Un par de alfiles enemigos no pueden apuntar peligrosamente a nuestra pieza más valiosa si antes no les hemos dado la oportunidad de hacerlo. En el ajedrez, como en la vida misma, es importante analizar desde la objetividad cuáles van a ser las próximas decisiones que tomemos y a dónde nos van a conducir, porque sólo así podremos prever en que posición nos vamos a encontrar en el futuro. 

Por otro lado, un estudio realizado en la Universidad de Tréveris, Alemania, concluyó que el ajedrez mejora el razonamiento matemático y la capacidad lectora. El proyecto Schach statt Mathe, 'Ajedrez en lugar de matemáticas', dividió una clase de alumnos de nueve años en dos grupos. El primero de ellos recibiría tres horas semanales de matemáticas, mientras que el segundo emplearía dos en estudiar mates y una en ajedrez. El resultado fue asombroso. El segundo grupo mostró mejores resultados en las pruebas finales de matemáticas y capacidad lectora.

El desarrollo de la memoria, la facilidad para concentrarse o el estímulo de la imaginación y la creatividad, dos cualidades tan importantes a día de hoy, son también materias que refuerza este deporte mental. 

José Raúl Capablanca fue el tercer campeón del mundo de ajedrez, corona que sostuvo entre 1921 y 1927. Aparte de sus geniales jugadas, también nos dejó una bonita reflexión: "El ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de arte y mucho de ciencia. Es, además, un medio de acercamiento social e intelectual".