El tremendo error que cometes a la hora de darle la merienda a tus hijos
Ten cuidado con estos detalles en la nutrición de los niños, porque son muy importantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Te descubrimos al menos 5 errores que cometes a la hora de dar la merienda a tus hijos, antes o después de que hagan deporte, vayan a clase de música o, sencillamente, esté en casa jugando. Seguro que en algún momento has terminado haciéndolo y pensabas que no pasaba nada, pero está en juego la nutrición de los niños.
Tus hijos consumen gran cantidad de energía y se encuentran en un momento clave de crecimiento, todo ello en medio de entrenamientos de fútbol, baloncesto, tenis, clases de ballet o bajando a jugar al pilla pilla a la plaza. Todo ello cuenta, y no podemos descuidar una dieta equilibrada. No se necesita comer más, sino comer equilibrado y, además, saltarse estos 5 errores.
Los peores errores que cometes con la merienda de tus hijos
NO DARLE BOLLERÍA
En muchos casos los padres tendemos a darle a los niños una pieza de bollerías de las tiendas de barrios o supermercados “para que coman algo”. Y es que a muchos hijos les cuesta más comer sano que a otros, y sí le gusta la bollería, ya sea industrial o artesana. En cualquier caso, no debe ser una costumbre diaria, sino un caso excepcional a la semana. No podemos darle una pieza de bollería al día, pero sí podemos hacerlo una vez a la semana.
SUSTITUIR LA FRUTA POR ZUMO
Existe una importante diferencia entre consumir una pieza completa de fruta y un zumo exprimido natural. Aunque parezca que todo proviene del mismo sitio y de la misma cantidad, en realidad no se trata de algo que puede sustituirse. La pieza de fruta en su totalidad aporta mayor cantidad de vitaminas que solo el zumo, aunque eso no quiere decir que pueda complementarse. En cualquier caso, es importante que los niños aprendan a comer la pieza de fruta entera.
DEJARLE QUE COMA SOLO EL INTERIOR DEL BOCATA
La lucha constante de los padres por conseguir que sus hijos se tomen la merienda y la resiliencia de estos puede llevar a que en algún momento se le permita que se coma lo que lleva dentro el bocadillo y no se termine el pan. A pesar de que el niño asegure que “ya no puede más”, es importante insistir en que termine por completo el bocata porque, en ese caso, solo ingerirá proteínas y no los hidratos que aporta el pan.
Otra cosa a tener en cuenta con el bocadillo es que es preferiblemente que sea con una barra de pan que con pan de molde. Este último contiene más elementos grasos y no facilita en ningún caso la masticación.
CONTROLAR LA HIDRATACIÓN
En muchas ocasiones damos de comer el bocadillo a nuestros hijos justo después de hacer deporte o minutos antes del entrenamiento rutinario. Un bocadillo y nada más. Ese es un tremendo error porque los niños necesitan de un alto nivel de hidratación cuando realizan esas actividades, por lo que debemos acompañar la comida de agua o zumo natural y, en ningún caso, de leche o de un batido. La leche no hidrata de la misma forma que lo hace el agua y es un error bastante común en los padres.
NO SALTARSE LA MERIENDA
Parece una obviedad, pero es fundamental mantener un hábito de merienda en los niños cada día. Se encuentran en edad de crecimiento y es imperante que reciban una cantidad mínima de nutrientes para que su cuerpo desarrolle con total normalidad todas las actividades del día.