El motivo por el que da placer explotar espinillas o quitar puntos negros: está en nuestro cerebro

Seguro que alguna vez te ha salido una espinilla en algún lugar bastante visible de la cara. Cuando esto ocurre, lo habitual es querer explotarla. Es un gesto instintivo, genuino al ser humano, por mucho que sepamos que lo más recomendable es dejar que se caiga sola.

Algo similar ocurre con los puntos negros. Hay quien en cuanto descubre que tiene uno, no puede contenerse y tiene que quitárselo cuanto antes, recreándose en el momento en el que sale el pus de la piel.

Se cree que el gesto de explotar espinillas podría ser algo heredado de nuestros antepasados. Hace décadas, esta tendencia natural podría haber ayudado a evitar enfermedades, ya que los granos pueden provenir de algún parásito perjudicial.

Además, el gesto de explotar un grano puede tener un trasfondo detrás asociado a estrés o ansiedad, en muchos casos.

Por qué da placer explotar un grano

Este gesto, tan común para muchos, pero que horroriza a otros, tiene una explicación que nace de nuestro cerebro. En ciertas personas, explotar una espinilla o quitar un punto negro estimula una zona del cerebro asociada al placer.

En concreto, con este gesto, se activa el llamado nucleo accumbens, que está implicado en el sistema de recompensa de nuestro cerebro y que está directamente conectado con la dopamina, la hormona de la satisfacción.

Sin embargo, podemos encontrarnos ante el caso opuesto. Aquellos que no solo no encuentran placer en este gesto, sino que les da asco. En su caso, se activa la corteza insular del cerebro, relacionada con el sistema límbico y el procesamiento de las emociones.

La importancia de cuidar la piel

Cuidar nuestro cuerpo por fuera es igual de importante que por dentro. En este sentido, los dermatólogos juegan un papel fundamental para concienciar a la sociedad de la relevancia que debemos dar a nuestra piel.

¿Ducharse todos los días es malo para la piel?, ¿qué hábitos de limpieza la dañan? A estas y otras muchas preguntas respondía hace unas semanas en COPE al dermatólogo Julián Conejo Mir, catedrático jefe de la unidad de Dermatología del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

El experto charlaba con Alberto Herrera y resolvía algunas de las dudas que podemos tener cualquiera de nosotros. ''Hoy nos duchamos mucho, pero la piel no está preparado para tanto. Ducharse es bueno, pero con un gel apropiado'', apunta el doctor Conejo Mir. Y es que la piel es una capa muy fina, es el órgano más grande del cuerpo, si se desplegase ocuparía 2 metros cuadrados.

''La piel nos da la pista a los dermatólogos de más de mil enfermedades dentro del cuerpo, es un espejo de la salud de una persona'' explica el dermatólogo.

Cuidar la piel de la luz solar, ahora que se acerca el verano, es fundamental para prevenir cáncer. De hecho ayer, 23 de mayo, fue el día mundial del melanoma (el cáncer de piel más agresivo), por eso advierte que ante cualquier cosa que salga en nuestra piel, acudamos al dermatólogo. Y también, sobretodo si tenemos antecedentes familiares, acudamos a una revisión anual.

Y en el aseo personal, lo mejor ''son los jabones que hacen poca espuma y tienen algo de aceite'', explica Conejo Mir. De hecho, los geles que huelen especialmente bien son los más peligrosos.

Julián recibe muchas demandas sobre el rejuvenecimiento, sobretodo desde el boom de los filtros en selfies, y más con la llegada de la Inteligencia Artificial. Le van a consulta con esas imágenes, a lo que afirma que ''es imposible hacer eso, porque la persona de la imagen es otra''. Además, ''el dermatólogo tiene una visión de la belleza diferente al cirujano plástico''.

Vuelve a ver su entrevista completa en el siguiente vídeo.

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Julián Conejo Mir, dermatólogo: Si tienes algo no habitual en la piel, que te lo miren

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