El búnker que un vecino de Talavera de la Reina construyó en su hotel en los 80: "Cuatro veces la bomba de Hiroshima"
Justino Pérez conocía perfectamente los efectos de la Guerra Civil española e instaló debajo del hotel Beatriz, actualmente Ebora, el mayor refugio antinuclear de España

Carlos Moreno 'El Pulpo' conoce más sobre los búnkeres en España y la historia de uno que construyeron en los 80 en Talavera de la Reina
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En plena Guerra Fría, cuando el mundo vivía bajo la amenaza constante de un posible conflicto nuclear, Justino Pérez, un empresario de Talavera de la Reina, decidió adelantarse a los acontecimientos y construir el mayor refugio antinuclear de España. Su conocimiento de los estragos que había dejado la guerra civil española le llevó a pensar que nunca estaba de más estar preparado para lo peor. Su búnker se situó bajo el hotel que dirigía, el antiguo Hotel Beatriz, que hoy en día es conocido como Hotel Ébora.
Para resistir lo peor
Este búnker no era una construcción improvisada ni fruto de una paranoia momentánea. Justino Pérez lo diseñó con una estructura altamente resistente, capaz de soportar una detonación nuclear de hasta cuatro veces la potencia de la bomba de Hiroshima. "La estructura sigue existiendo. Siguen estando las puertas, las cámaras herméticas, el grupo electrógeno y las bombas de agua", explicó Dolores, nieta de Justino, en el programa Poniendo las Calles.
Sin embargo, el refugio fue clausurado en 2001 por una razón contundente: "Era muy complicado elegir quién podría entrar y quién no". Este dilema moral pesó tanto en la familia de Justino que optaron por cerrar los accesos y dar por finalizada su función original. Con capacidad para 400 personas, la posibilidad de seleccionar quién tendría derecho a sobrevivir en caso de una catástrofe nuclear resultaba insoportable.

Modelo de búnker de seguridad estadounidense
El búnker estaba equipado para permitir la supervivencia de sus habitantes durante dos o tres meses. Disponía de cámaras de congelación, una cocina completamente equipada y zonas habilitadas para la eliminación de residuos. "Habría que reinstalar las máquinas de oxígeno y volver a montar la cocina, pero estructuralmente sigue intacto", afirmó Dolores.
Una capacidad sorprendente
Según los diseños originales, el búnker estaba construido para soportar situaciones extremas sin deteriorarse. Su diseño recordaba a los búnkeres militares de la Guerra Fría: paredes frías, sin decoración y pintadas en gris, con literas dispuestas en varios niveles para aprovechar al máximo el espacio. Aunque funcional, no era un lugar cómodo para vivir durante meses.
"Si fuera necesario, en una semana podría estar listo", aseguró Dolores, aunque espera que nunca sea necesario activarlo. A pesar del paso de los años, la estructura se mantiene en buen estado y podría reactivarse con las adecuadas reformas y suministro de equipos. "El problema ya no es la infraestructura, sino la organización de las personas que entrarían en él", dijo.
El debate sobre quién debería acceder al búnker en caso de una catástrofe siempre ha sido un tema controvertido dentro de la familia. "Si hubiera que elegir, creo que entrarían matrimonios jóvenes con niños, médicos y científicos", afirmó Dolores. Como católica, también destacó la importancia de incluir sacerdotes para la evangelización en un mundo posapocalíptico. "Creo que la fe y la espiritualidad serían fundamentales para reconstruir la sociedad".

Cerrojos de la puerta de un búnker
Pero la construcción de este refugio no solo responde a una preocupación personal. En su época, la existencia de búnkeres en España era un tema recurrente entre algunos empresarios y particulares que, temiendo una escalada nuclear, tomaban medidas privadas para su seguridad. Aunque el Gobierno no promovió la construcción masiva de refugios como en otros países europeos, algunos optaron por protegerse de forma individual.
Hoy, el búnker de Talavera de la Reina es una curiosidad histórica, un vestigio de una época en la que el miedo a la guerra nuclear era una preocupación real. Su existencia nos recuerda que, en tiempos de incertidumbre, la seguridad es una prioridad para muchos. La actual situación geopolítica, con las recientes recomendaciones de algunos gobiernos europeos sobre la preparación civil para emergencias, ha vuelto a poner en el debate la necesidad de refugios como este.