¿Son los embutidos y los fiambres tan perjudiciales para la salud como creemos?

Según la RAE, el 'embutido' es una tripa rellena con carne picada, principalmente de cerdo, mientras que del 'fiambre'-dicho de la carne- dice que, después de asada, cocida o curada, se come fría y puede conservarse durante bastante tiempo. Mucha gente suele confundirlos, por ello, una vez definidos ambos conceptos, aclaramos algunas falsas creencias sobre estos productos.

Los embutidos son malos

Muchos son los mitos que rodean a este tipo de piezas condimentadas y curadas que hacen que más de uno pierda la cabeza. Lejos de lo que muchos piensan, los embutidos y los fiambres no son malos para la salud. Existe una gran diversidad de embutidos, con ingredientes y procesos de elaboración muy distintos entre sí. Hay algunos como el chorizo que tienen un contenido más elevado de grasa, otros más magros, como los elaborados con pavo. Los hay curados, cocidos... Por ejemplo, el jamón de york o la paleta son los que menos grasa tienen, pero aún teniéndola, ésta puede considerarse saludable y no perjudicial.

Claro está que cualquier alimento consumido en exceso, puede hacer daño. La clave, como siempre, está en consumir con moderación y como parte de una dieta equilibrada.

Los embutidos no aportan nutrientes

Los embutidos y fiambres son alimentos ricos en proteínas y proporcionan vitaminas y minerales, como hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio y potasio. El ingrediente básico de los embutidos es la carne y este alimento es rico en hierro y proteínas.

Los embutidos están hechos de sobras

Tradicionalmente, los embutidos se hacían para conservar la carne de la matanza durante todo el año. Algunos embutidos aprovechan parte del despiece del animal, lo que no significa que se trate de desperdicios. Todas las partes que se aprovechan tienen valor nutricional. Como bien reza el refranero español “Del cerdo, hasta los andares”.

Un bocadillo de salchichón o de lomo es una merienda muy nutritiva para un niño y una ensalada de fiambre de pavo para cenar puede ser una buenísima opción. Además, nos encontramos en plenas Navidades, así que si te apetece un picoteo a base de embutido, no te prives, eso sí, siempre con moderación.