¿Qué complejo vitamínico es más efectivo contra la Covid: vitamina C o D?

Hay que partir de un hecho irrefutable: hasta hoy mismo no hay ni tratamiento ni vacuna que combata al SARS-CoV-2

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Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

9 min lectura

Hemos entrado en una etapa del año que, de normal, preocupa a los médicos; qué decir de este 2020 que tiene un invitado nada deseado llamado coronavirus. El otoño preocupa y ocupa al sistema sanitario porque con él suelen comenzar los problemas respiratorios en los sectores de población más vulnerables: ancianos, niños y personas con distintas patologías.

Estamos en el periodo estacional en el que resurgen y se propagan las infecciones agudas del tracto respiratorio que son una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) "estima que en todo el mundo, la influenza estacional -la gripe- por sí sola ocasiona entre 3 y 5 millones de casos de enfermedades graves que requieren hospitalización y entre 290.000 y 650.000 muertes al año. Las enfermedades agudas del tracto respiratorio fueron responsables de aproximadamente 2,38 millones de muertes en todo el mundo en 2016. De hecho, las infecciones graves del tracto respiratorio inferior fueron la causa más común de muerte relacionada con la sepsis a nivel mundial entre 1990 y 2017" podemos leer en la revista científica Nutrients.

Sin duda la prevención para evitar enfermar es el primer paso. Si todos los años, la vacuna contra la gripe es una protección básica para esos grupos más vulnerables, esta temporada vacunarse es "especialmente importante porque la gripe y la enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19) causan síntomas similares", señalan desde la Clínica Mayo sin olvidar otras medidas que ayudan a evitar el contagio y que también sirven para estas infecciones como lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarnos la cara, cubrirnos la boca al toser y estornudar, limpiar frecuentemente las superficies que tocamos y evitar las multitudes.

Pero no solo debemos tomar medidas externas, la alimentación es fundamental para tener un sistema inmunológico fuerte. Investigadores de diferentes universidades inciden en la necesidad de mantener un estado nutricional óptimo para el buen funcionamiento del sistema inmunológico que nos proteja contra las infecciones virales. Nuestro cuerpo necesita vitaminas "incluidas las vitaminas A, B 6 , B 12, C, D, E y folato; oligoelementos, incluidos zinc, hierro, selenio, magnesio y cobre; y los ácidos grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico".

Si nos faltan estos elementos estamos más expuestos a sufrir infecciones. Por ello, los investigadores Philip C. Calder, Anitra C. Carr, Adrian F. Gombart y Manfred Eggersdorfer en las conclusiones de su estudio recomiendan tomar suplementos alimenticios con los micronutrientes y ácidos grasos omega-3 como "una estrategia segura, eficaz y de bajo costo para ayudar a mantener una función inmunológica óptima incluso por encima de las cantidades recomendadas al día" y tomar vitaminas C y D, de estas sí, respetendo las cantidades recomendadas al día.

La vitamina C y el coronavirus

Linus Carl Pauling, Premio Nobel de Química en 1954 por sus descubrimientos sobre biología molecular, experimentó junto a su esposa el valor de la vitamina C contra el resfriado y así lo reflejó en su libro, 'Vitamina C y el resfriado común'. Cuarenta y nueve años después de la publicación de este libro, aunque sabemos que la vitamina C no evita que cojamos un resfriado -ningún ensayo terapeútico lo acredita-, tomarla puede reducir la duración del mismo.

Si nos ayuda contra el resfriado común... ¿nos protegerá contra el coronavirus? En 'Alimentación sin bulos en la Covid', el doctor Fernando Fariñas, experto en Infectología, y la dietista-nutricionista, Beatriz Robles, argumentan que teniendo en cuenta el efecto controvertido de la vitamina C "en el resfriado común y en ciertas infecciones leves del aparato respiratorio superior, es difícil suponer que podría tener un efecto protector sobre otras infecciones respiratorias que pueden ser infinitamente más graves como la gripe o la Covid-19".

Y según la Fundación Epistemonikos, organismo de referencia en la evaluación de evidencias científicas, "la vitamina C no juega ningún rol" en la prevención o tratamiento del coronavirus.

Imagen de Alimentación sin bulos en la Covid

La FAO -Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- señala que "se necesitan hasta 75 mg diarios para que el cuerpo permanezca saturado a plenitud con vitamina C. Sin embargo, las personas parecen mantenerse saludables con consumos tan bajos como 10 mg por día. Cifras de 25 mg para adultos, 30 mg para adolescentes, 35 mg en el embarazo y 45 mg durante la lactancia, parecen ser cantidades razonables".

Por cierto que la vitamina C se encuentra en muchos alimentos: en todos los cítricos –naranja, mandarina, pomelo, lima y limón- y en otras muchas frutas como el Kiwi, el mango, la papaya, la piña natural así como fresas, frambuesas, moras, arándanos, melón, sandía y plátano. También encontramos grandes dosis de vitamina C en ciertas hortalizas como las crucíferas –col, repollo, coliflor, coles de Bruselas y berza- el calabacín y el pimiento. La patata tiene cantidades pequeñas, pero muy útiles.

Suplementos de vitamina D contra el coronavirus

Sobre los efectos de la vitamina D para luchar contra la Covid hay artículos, ya científicos, ya simplemente periodísticos, para aburrir. Algunos más acertados que otros.

A finales de septiembre, la revista científica PLOS ONE publicaba un estudio de varios profesores en medicina, fisiología, biofísica y medicina molecular, entre ellos el doctor Michael F. Holick, que proporciona evidencia directa de que "la suficiencia de vitamina D puede reducir las complicaciones, incluida la tormenta de citocinas (liberación de demasiadas proteínas en la sangre demasiado rápido) y, en última instancia, la muerte por Covid-19".

El estudio- realizado en 235 pacientes ingresados en el hospital por coronavirus-, concluye que "aquellos pacientes mayores de 40 años que tenían suficiente vitamina D, tenían un 51,5 por ciento menos de probabilidades de morir a causa de la infección en comparación con los pacientes que eran deficientes o insuficientes en vitamina D con un nivel en sangre de 25-hidroxivitamina D inferior a 30 ng / mL". Según esta investigación "una cantidad suficiente de vitamina D puede reducir el riesgo de contraer el coronavirus en un 54%"; se trata de "una estrategia simple y rentable para mejorar la capacidad de luchar contra el virus corona y reducir los resultados clínicos adversos de Covid-19, incluida la necesidad de asistencia respiratoria".

Ante los resultados obtenidos, el doctor Holick, profesor de la Universidad de Boston, recomienda que "todos tomemos un suplemento de vitamina D para reducir el riesgo de infección y complicaciones por Covid" ante la deficiencia e insuficiencia de esta vitamina en niños y adultos en todo el mundo.

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Insuficiencia patente, sobre todo, a partir del otoño y en invierno por la menor exposición a la luz solar. La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) recomienda la administración de un suplemento de 400 UI (unidades internacionales) de vitamina D al día desde poco después del nacimiento y durante toda la infancia y adolescencia. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) incide en la importancia de la vitamina D "en la regulación del sistema inmunitario, y es posible que proteja contra las infecciones, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y trastornos autoinmunitarios como la diabetes de tipo 123–26. La administración de suplementos de vitamina D reduce la incidencia y las consecuencias adversas de estas afecciones y de otras como las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, disminuyendo así la mortalidad por todas las causas".

Hay evidencia científica como recuerdan el doctor Fernando Fariñas, experto en Infectología, y la dietista-nutricionista, Beatriz Robles en que "la suplementación con vitamina D puede ejercer un efecto beneficioso sobre las infecciones respiratorias en particular"; sin embargo, en 'Alimentación sin bulos en la Covid', Robles y Fariñas afirman que "la observación de que muchos de los pacientes graves con Covid-19 tienen deficiencia de vitamina D, podría corresponderse con un sesgo, ya que una parte muy importante de la población presenta niveles bajos de esta vitamina (sobre todo a nivel de “insuficiencia” más que de “deficiencia”)".

Imagen de Alimentación sin bulos en la Covid

Y como parte de esa gran mayoría de ciudadandos del mundo que tienen deficiencia en vitamina D encontramos al epidemiólogo Anthony Fauci, el mayor experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos que cuenta en su extenso currículum con haber asesorado a seis presidentes desde Ronald Reagan. Con lo que no contaba era con luchar contra una pandemia como la del coronavirus a sus 79 años y lo que es peor, tener que sortear obstáculos no solo en el laboratorio, sino incluso en la propia Casa Blanca. Cada día tiene que salir airoso de las zanzadillas que le pone el mismísimo Donald Trump.

Ver esta publicación en Instagram Back-to-School/vaccine/sports/and more questions answered here. I love Dr. Fauci—and you will, too. ��♥️ . @niaid @nihgov Una publicación compartida de Jennifer Garner (@jennifer.garner) el 9 Sep, 2020 a las 3:42 PDT

Fauci se está acostumbrando a estar en el centro de la polémica como la que surgía al aconsejar tomar, precisamente vitamina D, en una charla con la actriz Jennifer Garner. Se le ha acusado de recomendar tomar suplementos en vitamina D a la población en general, pero en realidad lo que dijo el inmunólogo, es que "es recomendable tomarla" y que él mismo lo hace por sus bajos niveles en esta vitamina.

Se dispara la demanda de suplementos vitamínicos en Farmacias

Más de un 1.300 por cien en un solo mes. Es lo que ha ocurrido entre el 15 de marzo y el 15 de abril de este año respecto al mismo periodo de 2019. Son datos del análisis "Tendencias Cofares", que analiza la evolución de la venta y demanda de los productos sanitarios en las farmacias durante el confinamiento y el inicio de la desescalada por la Covid-19.

La demanda de suplementos vitamínicos se disparó en la pandemia

En la fase anterior al estado de alarma -del 1 de enero al 14 de marzo de 2020-, se registró una fuerte demanda de mascarillas y geles hidroalcohólicos, así como un aumento de los medicamentos con receta. Durante ese periodo, la venta de termómetros, pulsioxímetros, mascarillas, guantes o geles para las manos, se incrementó un 125,8 por ciento respecto al mismo periodo de 2019. La dispensación de medicamentos con receta en este periodo subió un 8,9 por ciento.

Entre el 15 de marzo y el 15 de abril, el crecimiento de la demanda de mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos experimentó cifras desorbitadas con el mayor pico de demanda, hasta alcanzar un aumento del 1.335,4 % respecto a 2019.

En este periodo, los suplementos vitamínicos aumentaron un 34,5 por ciento. Dentro de la categoría de vitaminas y suplementos, señala el informe, se incluyen complejos multivitamínicos que contienen vitaminas A, B6, B12, C y D, entre otras, que actúan reforzando el sistema inmunológico.

En la tercera parte analizada -del 16 de abril al 30 de mayo-, entre el final del confinamiento y el inicio de la desescalada, se comprobó un incremento del 6,92 por ciento de los suplementos vitamínicos.

Con estos datos encima de la mesa, la directora técnica y de calidad de Cofares, Luz Lewin, señal que "en poco tiempo hemos incorporado a nuestro día a día productos de protección prácticamente desconocidos entre la población hasta la irrupción de la Covid-19. La mascarilla forma parte del paisaje cotidiano".

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