La relación entre conducir con sueño y borracho que desconocías: probabilidad doble de tener un accidente

Ambas situaciones son evitables, pero existe un parentesco que la ciencia ha descubierto

Un conductor

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La labor de conducir siempre se debe de hacer en plenas condiciones. Por ejemplo, llevarlo a cabo con somnolencia es peligroso para la seguridad vial debido a la disminución de la concentración y capacidad de toma de decisiones, así como a un tiempo de reacción más lento. Ni que decir tiene que ponerte al volante bajo los efectos del alcohol, afecta a los sentidos, sobre todo a la vista, así como la alteración de las destrezas y de las capacidades psicomotrices es real. Ambas tienen más relaciones de las que podías pensar tal y como lo ha certificado un estudio científico.

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Estas circunstancias se aplican también a conducir con resaca. Aunque no está sancionado, sobre todo en casos donde el cuerpo no está acostumbrado a la ingesta excesiva de alcohol, pueden encontrar restos varias horas después de haberlo consumido, incluso dar positivo en un control. Pero también ralentiza la actividad del cerebro y no solo eso, sino que no se respetan muchas de las señales de tráfico. Hace que no se sea consciente de las propias limitaciones, ya que no se actúa con plenas facultades. De hecho, afecta al sueño, por lo que se puede sufrir somnolencia y fatiga.

Los riesgos se explican por sí solos, aunque no parezca ninguna novedad. En concreto, no se podrá conducir con una tasa de alcohol de 0.15 mg/l en aire espirado o los 0,3 gramos por litro de sangre en aquellos casos que el conductor sea novel, profesional o transporte mercancías en vehículos de más de 3.500 kg. Tampoco se podrá conducir con una tasa de alcohol de 0.25 mg/l en aire espirado o 0.5 gramos por litro en sangre en el caso del resto de conductores. No hay una tasa para medir la somnolencia, pero es evidente que cada uno sabe perfectamente cómo ha dormido y cuánto como para ser responsable.

En esto se parecen estas dos situaciones que debes evitar siempre

Un estudio realizado por un equipo australiano de investigadores ha calculado los riesgos que existen al conducir cansado o con sueño y al conducir bajo los efectos del alcohol. Según sus cálculos, dormir entre cuatro y cinco horas en las últimas 24 se asocia a una probabilidad doble de sufrir un accidente de tráfico con respecto a la media. Sería equiparable a conducir por encima del límite legal de consumo de alcohol que antes se recordaba. Como con el alcohol en sangre, el riesgo de no descansar es incremental, es decir, que por cada hora que perdemos de sueño aumenta.

A lo largo del rango entre las cuatro horas de sueño y no haber dormido nada, el riesgo puede, según el estudio, multiplicarse por 15. Los detalles se publicaron en la revista Nature and Science of Sleep. Según datos más recientes de la DGT, el cansancio o el sueño están presentes en entre un 7 y un 8% de los accidentes con víctimas y en un 9% de los accidentes mortales en España. Por su parte, el alcohol es el responsable de más del 60% de los accidentes de tráfico en nuestro país.

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