El infalible truco para quitar el olor a pescado de tu casa

Gallos, merluza, sardinas... comer pescado es muy recomendable, sano y sabroso, pero cocinarlo no nos suele gustar tanto. El olor nada agradable que desprende es un  hándicap porque cuesta quitarlo y además se queda impregnado no solo en la cocina, también en todos los textiles de la casa.

Por suerte, hay muchos trucos naturales que nos pueden ayudar a neutralizar o reducir al máximo este incómodo olor.

Antes de ponernos manos a la obra,  no debemos olvidarnos de abir la ventana o de encender el extractor. Con este sencillo gesto ya lo reduciremos bastante.

Otra manera de prevenirlo consiste en sumergir el pescado cuando está aún crudo  en leche. Basta con hacerlo una media hora antes y alrededor de 10 minutos. Si lo vamos a freir es recomendable escurrirlo bien.

Antes de cocinarlo también puedes machacar un poco de jengibre ponerlo sobre el pescado, dejarlo reposar  unos minutos y después lavarlo con agua fría.

Si ya lo hemos cocinado y el olor campa a sus anchas, puedes probar a hervir agua con zumo de un limón, junto con las cáscaras  y dos cucharadas de canela en polvo. Parecerá que estás haciendo un pastel de manzana al horno. Es un buen truco que se usa también para vender o alquilar casas, cuando llega el cliente y percibe este olor, la casa se ve más acogedora.

Introducir unas ramas de canela en el horno durante 5-10 minutos, controlando que no se quemen, y después abrir la puerta para que salga el olor, es otra alternativa eficaz.

También puedes recurrir  al vinagre blanco. No es tan agradable pero sí muy efectivo. Para ello debes hervir  una taza de este  vinagre en medio litro de agua. Los vapores que desprende harán el resto. 

Fregar el suelo de la cocina con agua y un buen chorro de vinagre rojo y dejar que seque, ayudará no solo a desinfectar, también a quitar el intenso aroma a pescado.

El café también es un excelente neutralizador de olores. Solo tienes que tostar unos cuantos granos en una sartén hasta que empiecen a desprender su aroma. 

Por cierto,  quitar también el olor que se nos ha impregnado en las manos, también tiene solución; podemos frotarlas con unos granos de café o de sal fina y después lavarnos con agua, jabón y unas gotas de limón o de vinagre. 

Para eliminarlo de las sartenes, acláralas con agua y vinagre o  déjalas a remojo en agua con bicarbonato hasta que se enfríe.