Cómo apuntarte al gimnasio y no abandonar en un mes
Ocho consejos que debes tener en cuenta si no quieres ser infiel a tus propósitos tras el verano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ha llegado septiembre, la vuelta al trabajo, al cole, a la responsabilidad y por supuesto, a comprometerse de nuevo con las comidas y el ejercicio diario. Nuestra salud es primordial, y para mantenerla a flote, debemos saber alimentarnos bien y mover el esqueleto. ¡Dejemos el sedentarismo a un lado!
Durante este mes, es muy común intentar concienciarse de que queremos ponernos en forma y por ello matricularse en un gimnasio es algo que está entre los objetivos de 2 de cada 5 españoles. Las grandes franquicias de fitness saben que estas fechas son claves para conseguir nuevos clientes y sacan a la luz nuevas promociones que resulten económicas. Junto con los meses de abril y mayo, el mes de septiembre es uno de los meses con más afluencia de personas en los centros de entrenamiento cardiovascular y de musculación. Ahora bien, ¿por qué existe una estrepitosa caída de esa afluencia en el mes de octubre? ¿Nos aburrimos? ¿No encontramos motivación? ¿Es muy duro seguir un entrenamiento en un gimnasio?
Consejos para ser constante en el gimnasio
1. Ir de menos a más
Nos hacemos innumerables preguntas cuando nos apuntamos a un gimnasio y carecemos de información para entrenar. Nuestra fuerza de voluntad está presente, pero ¿por qué la perdemos? Uno de los principales factores que influyen en esta pérdida de motivación es el cansancio muscular, o lo que conocemos comúnmente: las agujetas. Este dolor que sufren nuestros músculos llega cuando los activamos tras un largo periodo de tiempo sin ejercitarlos. Es muy importante ir de menos a más, es decir, intentar no sobreentrenar nuestros músculos en los primeros días porque los dolores en los días posteriores nos quitarán las ganas de volver.
Hay que hacer ejercicios de corta intensidad para que nuestro cuerpo se vaya adaptando poco a poco. Cuando pasen dos semanas y veamos que nuestra resistencia está aumentando y nuestra forma física mejore, podemos ir subiendo la intensidad, pero siempre con la ayuda de los expertos que podamos encontrar en cada centro de entrenamiento. Es recomendable que antes de empezar a entrenar nuestra fuerza, pongamos a punto nuestra resistencia (empezar los primeros días con entrenamientos más aeróbicos y en las semanas siguientes, comenzar con los ejercicios de musculación y fuerza).
2. Pedir ayuda y preguntar
Para las personas que se inician ahora en un gimnasio, es muy fácil caer en el error de intentar entrenar por su cuenta sin tener apenas conocimiento de lo que es mejor o peor para su cuerpo. Por eso es totalmente recomendable ponerse en manos en un entrenador personal o solicitar ayuda a los monitores que encontremos en los centros en los que entrenemos. Ellos nos facilitarán una rutina de ejercicios adecuada a nuestra forma física, el tiempo que debemos emplear y cuántos días a la semana debemos acudir.
3. Ser constante
Pegarse el atracón el primer día y luego dejar de ir los días posteriores es un error bastante común. Hay que entrenar a una intensidad media durante todos esos primeros días de los que hemos hablado anteriormente. Para ello cada día debemos entrenar diferentes grupos musculares e intentar no repetirlos durante una misma semana para que así estos descansen y no tengamos dolor.
4. Intentar sociabilizarnos
Mucha gente es partidaria de ir a entrenar con sus auriculares a todo volumen y escuchar su música preferida. Esto puede ser una buena opción para mejorar nuestra concentración y aislarnos de nuestros problemas y el estrés cuando vamos al gimnasio, pero también es recomendable hablar con la gente con la que nos cruzamos en el centro, porque este es otro factor que nos motivará para ir al día siguiente a entrenar. Y quién sabe, de los gimnasios también pueden salir grandes amistades o incluso podemos conocer a nuestra media naranja. Conocer a un grupo de gente que nos motive para ir a entrenar es fundamental.
5. Apuntarnos a clases colectivas
No solo tenemos que centrarnos en ir al gimnasio y entrenar de manera individual. Las clases colectivas nos ayudarán a aprender a entrenar en las diferentes áreas (musculación, crossfit, spinning, aeróbic, boxeo, zumba, step…), sino que además trabajaremos partes de nuestro cuerpo que no llegamos a ejercitar entrenando por nuestra cuenta. En estas clases, siempre encontraremos diversión, que viene muy bien cuando el sufrimiento en los momentos duros de alta intensidad está presente.
6. Pensar en los objetivos y resultados
Otra forma de motivarnos, sin duda, es pensar en cómo va evolucionando nuestro cuerpo a medida que van pasando los días tras nuestros entrenamientos. Ver que lo que estamos haciendo bien tiene resultados que nos gusten, es uno de los factores más importantes para nuestra motivación. No pasa nada por mirarse al espejo y comprobar que estamos haciendo buen trabajo. ¡Eso siempre ayuda!
7. Comer y beber algo con energía antes de entrenar
Es importante saber que no podemos ir a entrenar con nuestro estómago vacío y querer hacer ejercicios de alta intensidad. Aparte de ser peligroso, si no metemos energía en nuestro cuerpo antes, es difícil que hagamos un buen entrenamiento. Tomar cafeína una hora antes de ir al gimnasio puede ser un factor clave para estimularnos y potenciar nuestro ejercicio.
8. Acostumbrarse a ir siempre a la misma hora
Habituarnos a una misma hora de entrenamiento nos ayudará a mejorar nuestra constancia y además rebajará nuestros niveles de pereza antes de acudir al gimnasio.
¡Ahora solo queda que os pongáis manos a la obra!