Viaja a París a través de estos dulces sabores
La repostería francesa es una de las que más gustan, por eso te proponemos un viaje a París a través de sus dulces más famosos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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No cabe duda que la grstronomía francesa, además de la española, es una de las más valoradas. Y especial relevancia tiene su repostería, siendo una de las más alabadas en todo el mundo. Por eso, te proponemos un viaje a París través de los dulces sabores de sus mejores y más concoidos postres.
Desde Crustó, una de las mejores panaderías y pastelerías francesas en nuestro país, nos cuentan cómo elaboran estos dulces clásicos y típicos de la repostería francesa como son la tartaleta de manzana, el croissant o los macarons.
TARTALETA DE MANZANA
La tartaleta de manzana es un clásico de la repostería francesa. La receta combina el crujiente de la masa de hojaldre con el sabor dulce de las manzanas, cortadas en finas láminas y caramelizadas con azúcar y canela.
Se hace con una base de fino hojaldre, laminando a mano y con mantequilla de denominación de origen.
Las manzanas, frescas, se cortan finísimas a mano, y se meten en el horno de piedra del obrador, que le da un punto de cocción perfecto, con el hojaldre crujiente y las manzanas caramelizadas. Deliciosa.
CROISSANT
El croissant es una de las piezas más técnicas de la bollería francesa. Exige mucho trabajo de la masa para que quede muy elástica y se pueda trabajar haciendo las láminas lo más finas posible, que es lo que le dará todas las capas de hojaldrado. Son necesarias más de 70 láminas de hojaldre.
El enrollado se hace a mano, estirando un poco cada triángulo antes de enrollarlo, para que no se encoja y quede fino.
La clave es que la mantequilla sea de gran calidad, con el porcentaje de materia grasa adecuado, y fresca. El aroma de un croissant con buena mantequilla es lo mejor que nos puede pasar por la mañana, un auténtico viaje con los sentidos.
Al cogerlo, notaremos cómo se desprenden las capas de hojaldre entre nuestros dedos, y al partirlo veremos su interior esponjoso y percibiremos un intenso aroma a mantequilla que nos trasladará sin mover un solo pie a las románticas y elegantes calles de París.
MACARONS
El macaron es una de las delicatessen más apreciadas del mundo. En Crustó, fieles a su tradición y savoir faire en alta pastelería francesa, siguen la receta del macaron Gerbert, creada en 1880 en el barrio parisino de Belleville. Un sofisticado y precioso bocado hecho con dos galletitas de merengue de almendras y cremosos rellenos a base de ganaches y pulpas naturales de frutas.
Exquisita variedad: café, chocolate negro 70%, caramelo, vainilla bourbon, pistacho, frambuesa, limón y violetas.
La dulce historia del macaron
El delicado y sofisticado macaron es hoy en día una de las delicatessen de la pastelería más apreciadas del mundo. Sin embargo el origen de esta deliciosa receta es incierto.
Se cree que nacieron en Venecia durante el Renacimiento y que llegaron a Francia en 1581, de la mano de la Reina Catalina de Médici, quien agasajó con macarons a los invitados a la boda del Duque de Joyeuse en París.Curiosamente otro enlace real, el de Luis XIV con la infanta María Teresaen 1661, hizo que el pastelero Monsiuer Adam preparara de nuevo esos deliciosos pastelitos de galleta y merengue en la pequeña ciudad de Saint Jean de Luz. Se dice que fue tan extraordinario el placer que experimentaron al saborearlos, que desde ese día los macarons se convirtieron en la joya de la repostería francesa. Sin embargo, no fue hasta 1880 cuando en el barrio parisino de Belleville se creó el macaron Gerbert, con la receta e imagen que hoy conocemos.