Pepe Rodríguez: “Si no creyese en Dios, no tendría donde agarrarme”
El jurado de MasterChef nos muestra su lado más personal recordando su niñez, hablando de su familia , de religión y de sus gustos musicales
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Salir por las calles de Illescas con Pepe es misión imposible. Cada dos minutos alguien le para para saludarle o hacerse una foto con él. Es toda una institución en el pueblo. En la plaza de Los Leones de Illescas nos sentamos a charlar y nos cuenta, entre otras cosas, cómo jugaba de pequeño a la pelota en ese mismo lugar o cómo conoció a Mariví, su mujer.
Su familia lo es todo para él. “Te llevas bien con tu mujer, tienes unos hijos maravillosos, como los tengo yo… Te quedas embelesado viendo cómo crecen. Me dicen cosas que hace nada le decía yo a mi padre. Me parece tan genial”.
Pepe disfruta de las cosas sencillas como “estar en casa con la familia, echando una siesta, dando un paseo con mi mujer antes de cenar, que lo hago mucho, o tomando una copa de vino. Tengo mucha suerte. Tengo salud”, reflexiona.
Una de las facetas más desconocidas de este chef pasa por colaborar con los más necesitados. En su juventud le marcó don José Soriano, un señor en Illescas que por la noche se acercaba a los drogadictos, charlaba con ellos y les ayudaba. Un día Pepe se lo cruzó por la calle y le ofreció su ayuda. Una época emocionante en su vida, como él mismo asegura. “Las cosas no hay que contarlas, hay que hacerlas. Tengo la suerte de poder ayudar a otros. Da igual si das dinero o tu tiempo. Tratar a la gente que tienes a tu alrededor como te gustaría que te trataran a ti, me parece básico y lo hago con naturalidad. Eso nos distingue de los animales”. Por eso, Pepe colabora con diferentes organizaciones como Cáritas.
No le da ningún reparo hablar con naturalidad y sin tapujos de determinados temas como la religión. “Estamos en un mundo en el que parece que no se puede hablar claro de ciertas cosas. Es algo que he vivido desde crío con naturalidad y que no me hace ser extraordinario. Es una gran suerte poder decir ‘yo creo’ porque si no creyese no tendría donde agarrarme. Es algo que me aporta. No soy ningún extraterrestre”.
Entre apretón de manos y alguna fotografía que le pide alguna seguidora del programa, sometemos a Pepe a un test rápido:
P: ¿Positivo o negativo?
R: Bastante positivo, de lo malo intento sacar algo bueno. Seguro que Dios tenía pensado para mí una historia y esta es la que tengo que coger, aunque a veces tengo mis dudas. Pienso que si algo malo ha pasado, traerá una consecuencia buena.
P: ¿Realista o soñador?
R: Juego en los dos campos. Soy un ambicioso súper comedido. Tienes que soñar con eso que te gustaría cambiar. Aspiro a lo máximo. Soy exigente, el primero que se fustiga si no lo hace bien en la tele, en casa... Pero de ahí saco lo mejor. Sueño con tener el mejor restaurante del mundo y no lo voy a tener, pero lo sueño, para hoy entrar en mi cocina y dar un pasito más para hacerlo mejor. Soy muy autoexigente, sabiendo que no dejo de ser un triste humano.
P: ¿Beatles o Rolling?
R: No conecto mucho con los Beatles. Soy más de los Rolling. -Para muestra un botón, o en este caso su perfil de Whatsapp, en el que aparece como un miembro más de este grupo entre Mick Jagger y Keith Richards-.
P: ¿Un rincón para perderte?
R: En el sofá de mi casa.
P: ¿Eres maniático?
R: Sí, me lo dice mi mujer. Tengo mis manías.
P: ¿Y tus virtudes?
R: Alguna virtud debo tener, pero tengo más defectos.
P: ¿Un superhéroe y un villano?
R: Mi superhéroe podría ser mi Dios y villano no tengo. Creo que la gente es buena. Hay que conceder el beneficio de la duda.
P: ¿Sabes guardar secretos o te pierde la lengua?
R: Creo que sé guardar secretos y más si es algo importante. Si no es tan importante, a lo mejor lo suelto.
Así es Pepe Rodríguez, un libro abierto y sin ninguna doblez que se muestra tal cual es. Una persona con una filosofía de vida positiva y que exprime el jugo a las cosas sencillas, que para él, sin duda, como buen cocinero, son la sal de la vida.