El Barça tumba a ElPozo y reconquista la 'Champions'

El Barça conquistó este domingo la Liga de Campeones del fútbol sala al superar (2-1) a ElPozo Murcia en la final celebrada en el Palau Blaugrana, tercer título para los azulgrana y billete para disputar la siguiente edición del torneo.

Los goles de Dyego, tras rebotar un disparo de Ferrao, y de Aicardo en la primera parte, más las paradas de Didac, devolvieron la gloria europea a un Barça que había sido campeón en 2012 y 2014. ElPozo aspiraba a su primer título y no dejó de intentarlo hasta los últimos segundos de la primera final española de la historia del torneo.

Los nervios del arranque se dejaron notar en el Barça, un anfitrión inesperado, además de favorito por palmarés, después de que la 'Final 4' de Minks se aplazara hace cinco meses por el coronavirus. Perdió balones y no encontró su sitio, pero también golpeó primero a los tres minutos.

La fortuna de ese disparo de Ferrao que desvió Dyego a gol se volvió a repetir en el 2-0, cuando un disparo cruzado de Aicardo, con toda la intención eso sí, tocó en el rival Paradynski. El Barça dobló el marcador justo después de la bronca de Andreu Plaza.

Y es que el técnico culé tuvo que parar el partido tras 12 minutos muy flojos de su equipo. La efectividad sin embargo le dio una renta que no bajó los brazos del rival, pero las paradas de Didac impidieron los tantos a Fernando Aguilera y Pol.

Rafa Santos había tenido un balón al larguero y Darío Gil también a un palmo del gol, pero al descanso se fue el Barça con medio título en el bolsillo. ElPozo encontró el premio en la reanudación, con presión de Alberto García y gol de Leo Santana. Los de Giustozzi devolvieron a las dudas al Barça, aunque Ferrao falló un pase de la muerte a Dyego para el tercero.

El peso de la final volvía a ser de los murcianos y también la mayoría de ocasiones. Didac se hizo grande ante Santana, Fernando y Cholo, tres paradones que valían una Champions. Lozano trató de dar criterio y posesión al Barça pero a ElPozo no le quedaba más que quemar naves, en un asedio con portero jugador los últimos tres minutos que no movió el marcador.