El respeto a la UD Almería ya se lo está ganando en los partidos

Que el Almería es el máximo favorito al ascenso a Primera División es algo que pocos podían discutir al comienzo de la actual campaña. Pero los marcadores del plantel almeriense en el tramo inicial del curso hacían llevar la contraria ante tal pronóstico. Porque el equipo entrenado por Rubi no es que no lo demostrara, es que se estaba convirtiendo en el bloque que recibía más goleadas en contra. 5 tantos le endosó el Castellón y 4 el Levante, por poner dos ejemplos. Así que el discurso cambió y se miraba más a la zona de descenso, que la ocuparon en algunas jornadas, que en pensar en recuperar la categoría perdida el curso anterior. 

Hasta que el técnico hizo algunos ajustes, siempre mostrando su optimismo en que sus jugadores terminarían mirando hacia la parte alta. Y con ellos, un cambio principalmente en los resultados. Demostrando que son el equipo con más poder realizador del campeonato y, para que eso tuviera premio, siendo cada vez más sólidos en la parte de atrás.

También, como premisa fundamental, no venirse abajo cuando encajaban un gol. El mal casi endémico desde el anterior ejercicio. Tal y como están poniendo en la práctica en las últimas citas. Como ejemplo, la del viernes en Elche. Tras verse muy pronto, otra vez más, por debajo en el marcador, los almerienses capearon el temporal que les estaba imponiendo el plantel de Eder Sarabia y se recompusieron. Vaya si lo hicieron.

El empate de Lopy (minuto 36) lo cambió todo. Principalmente en el aspecto moral de ambos equipos, tal y como dijeron al final del encuentro los propios protagonistas. El Elche ya tuvo claro que era prácticamente imposible ganar al Almería. Los almerienses veían que el partido se convertía en lo que ellos quisieron. Culminando la remontada (Luis Suárez) en el inicio del segundo tiempo, cuando podía haber llegado antes en sendos remates al palo (Leo Baptistao y Bruno Langa). 

MANTENER LA VENTAJA

Y un nuevo cambio. Porque el Almería, como hiciera en Zaragoza, supo mantener la ventaja en el tramo final sin apenas sufrir. Fernando no tuvo que hacer ninguna parada en ese tiempo y los tres puntos volaron hacia tierras almerienses.

Dejando la sensación de que, con un partido menos (aplazado contra el Córdoba), los pupilos de Rubi ya están imponiendo el respeto sobre el terreno de juego. El que, por nombre y presupuesto, tenían antes del inicio del campeonato, pero que no habían sido capaces de plasmar en el césped. 

Los 10 partidos seguidos que lleva marcando, como mínimo, dos goles es algo que pocos pueden lograr. Los puntos, por tanto, deben caer del lado rojiblanco. Como pasa ahora. No como cuando el Almería, además de ser el máximo goleador, era, con diferencia, el más goleado. 

El domingo, cita en el UD Almería Stadium, contra el Deportivo. En el horizonte en este mes de noviembre, visitar al Cartagena (colista), recibir al Córdoba (partido aplazado) y al Granada. tres en apenas una semana.