La mina de la geoda gigante de Pulpí será visitable a partir de julio tras la adaptación de la galería

La geoda gigante de Pulpí (Almería) y la Mina Rica que la alberga podrán visitarse por el público a partir del mes de julio, según el avance de las obras que se efectúan para adaptar la galería para revalorizar este recurso minero como atractivo turístico.

El alcalde de Pulpí, Juan Pedro García, ha visitado la zona con motivo de la celebración de las Jornadas Medioambientales y Geológicas organizadas por el consistorio pulpileño, en las que también han participado los escolares del municipio así como otros miembros del equipo de gobierno, autoridades y expertos.

García ha señalado en una nota que el objetivo principal de la visita es "poner en valor la gran importancia que tienen los más de 350 metros de galerías que componen la Mina Rica o Mina 'Quien tal pensará', en la que se ubica la geoda gigante de Pulpí, y que pone de manifiesto el gran patrimonio geológico de la zona".

La visita ha permitido recorrer la galería principal en la que aún se observan restos de minerales que fueron explotados en su época, como el hierro y el plomo, y que mantuvo activa la mina hasta los años 60, cuando suponía una fuente importante de recursos económicos para la población.

Los visitantes han podido descubrir de la mano de los expertos otras geodas de menor tamaño repartidas por diversos espacios de la mina, así como un espacio en el que se han podido admirar minerales en distintos tonos debido a su luminiscencia.

Las obras de seguridad y acondicionamiento de la Mina Rica y acceso a la geoda gigante seguirá con otra fase de puesta en valor, aún en estudio, para la musealización del espacio y la organización de visitas turísticas a la propia Mina Rica.

Según ha explicado el ingeniero y director de obra, José Ángel Solanilla, las condiciones en las que se encontraba la Mina Rica requerían de una intervención urgente para evitar el colapso de la galería y ello se llevó a cabo con la instalación de sostenimientos provisionales que evitasen derrumbes hasta ejecutar los sostenimientos definitivos. Los trabajos en esta fase incluyeron, además, la extracción de más de 500 toneladas de sedimentos y lodos del suelo de la galería que dejaban en algunas zonas pasos de menos de 70 centímetros.

La geoda gigante fue descubierta en diciembre de 1999 por miembros del Grupo Mineralogista de Madrid. Su espectacularidad se basa en su tamaño, con ocho metros de longitud por dos metros de altura, y por estar tapizada por cristales de yeso, alguno de los cuales llega a medir casi dos metros. Su transparencia y estado de conservación la convierten en una joya de la naturaleza.