Opinión

Vela en este entierro, la opinión de Rafa de la Hera sobre el cambio de nombre del Estadio Ramón de Carranza

El aficionado cadista Rafa de la Hera deja este artículo de opinión sobre un asunto que está generando debate en los últimos días.

Trofeo Carranza

Redacción COPE Cádiz

Cádiz - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Tras la polémica suscitada por el posible cambio de nombre del Estadio Ramón de Carranza, el aficionado cadista Rafa de la Hera deja este artículo de opinión sobre un asunto que está generando debate en los últimos días.

Vela en este entierro

Hace algún tiempo pude conseguir el cartel del XII Trofeo Ramón de Carranza y hasta hace unos días no me ha llegado enmarcado a mi casa de Jerez. Este trofeo, aunque sea uno más de mi colección para mí es muy especial, ya que 1966 coincide con el año de mi nacimiento en Cádiz.

Aquí empieza todo.

En ese año de 1966, España vivía inmersa en una férrea dictadura, aunque comenzaban a vislumbrarse los primeros atisbos de apertura por el apoyo del bloque occidental. Prueba de ello fue el choque de dos aviones americanos en Palomares que provocó la caída de varias bombas nucleares que no explotaron y el posterior baño del embajador americano junto con el ministro de Información y Turismo español, Manuel Fraga en las costas de Almería ante el temor popular a la radiactividad y de paso para mitigar la repercusión que pudiera tener en el incipiente sector turístico. España en aquellas fechas estaba abriendo sus puertas al turismo (llegaban las primeras turistas europeas y tomaban el sol en bañador, los alemanes entraban en España sin pasaporte, aunque sí con su carné de identidad, las turistas extranjeras podían entran solas en los bares todo un escándalo en aquella España, etc.) y los españoles comienzan poco a poco a ver otra realidad.

Yo era ajeno a todo aquello, es más, mis primeros recuerdos que asocio con el Cádiz se remontan a un desplazamiento que realizamos a Jaén en 1976, donde Quino metió un gol en el descuento y empatamos el partido 2-2. También recuerdo, como si fuera ayer, mi debut en Carranza que coincide con el primer ascenso de nuestro Cádiz, 2-0 al Terrassa, ya en 1977. En ese año asisto por primera vez al Trofeo Ramón de Carranza con gol de mi amigo Paco Baena al Inter de Milán. Para mi entonces el tiempo pasaba pausado y ajeno a la realidad política del país, estudiaba EGB en el Colegio Generalísimo Franco, que luego más tarde, empezó a llamarse Colegio Campo del Sur, haciendo honor a su emplazamiento, donde jugaba a la pelota con mis compañeros de clase.

En aquellos muros aprendí, matemáticas, lengua, historia… pero nadie nos habló de nuestra historia reciente, ni de política, ni de nuestra milenaria ciudad, ni nos explicó los nombres y méritos de los alcaldes de nuestra ciudad. Toda la historia se reducía a Viriato y al Cid Campeador. El tiempo pasaba y yo crecía, pasando casi sin darme cuenta de niño a adolescente y, cada vez, me hacía más forofo del Cádiz. De hecho, se convirtió en un ritual junto con mi padre y mis hermanos ir todos los agostos al Trofeo del Cádiz -al trofeo de mi equipo- pero nunca nos planteamos quien era ese señor tan importante D. Ramón de Carranza. Supongo que pasados los años y con la curiosidad lógica de la juventud, alguna vez, lo hablaría con mi hermano mellizo y coincidiríamos, sin duda, que debía de tratarse de alguien perteneciente a una familia de bien de la ciudad. Algún señor con dinero que debió ser mecenas, o un rico comerciante, o alguien muy importante porque además del estadio también tenía en nuestra ciudad un puente y una avenida con su nombre. Al puente le teníamos algo de tirria ya que teníamos que cruzarlo casi todos los fines de semana para ir al Tiro Pichón, ¡Ojú! ¡Qué pechá!

En 1981, el Cádiz asciende en Elche, el partido más importante que ha jugado mi amigo Hugo Vaca como el mismo me ha reconocido en varias ocasiones. A pesar de ser un partido clave no pude viajar a Elche, pero recuerdo como todo Cádiz se estremeció para celebrar el ascenso. Quizás sea la vez que más aficionados se tiraron a la calle. Y, como no, llegó el autobús con el equipo al Estadio, atravesó el Puente, y la Avenida Carranza por supuesto… Por entonces, estudiaba en el recién inaugurado Instituto Rafael Alberti, pero ningún profesor nos explicaba quién era ese hombre portador de aquellos apellidos ilustres que se veía por doquier en mi ciudad: CÁDIZ y CARRANZA, eran uno marcado a “fuego vivo” en el nomenclátor gaditano.

Desde entonces hasta ahora, hemos tenido de todo en el cadismo. La memoria aquí ya fluye más cercana en el tiempo y la evocación es mayor: años de gloria en Primera, época del matagigantes en la liga de los positivos y negativos. Mané, los Mejías, Sandokan, Mágico, Kiko, Calderón, los años de Segunda B dónde mi amigo Moncho Aragón, cadista como el que más, nos marcó dos goles con su Écija y salió ovacionado del Estadio. Desplazamientos a Coria, Algeciras, Loja, Motril, etc. Llegó Michael Robinson y con él el ascenso en Las Palmas, los penaltis de Abrahán Paz, los lloros de Miranda y Alicante, D. Víctor Espárrago y el ascenso de Chapín, Irún y Javi Gracia. Penas y alegrías, lo que siempre ha sido el Cádiz: Un tormento, una espiral de vida que nunca intento de explicar, porque imagino lo difícil que debe ser de entender estos sentimientos para alguien que no ha llorado nunca al oír su himno; en nuestro caso el himno de Manolo Santander.

En todos estos años la historia del Cádiz ha estado ligada a su Estadio, de nombre archiconocido ESTADIO RAMÓN DE CARRANZA, pero a diferencia de en nuestra juventud que nos fue ninguneada y hasta ocultada, hemos ido sabiendo por historiadores los méritos y trayectoria vital de D. Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, alcalde de la capital gaditana durante la dictadura de Primo de Rivera hasta la proclamación de la II República, y primer alcalde de Cádiz durante la Guerra Civil (Carranza volvió a la Alcaldía en 1936, procedente de Sevilla, tras el alzamiento fascista del 18 de julio y permaneció al mando del Consistorio hasta su muerte en septiembre de 1937.

Existe según publicaciones recogidas en prensa una “abundante documentación histórica” en poder del Ayuntamiento de Cádiz que acredita que Carranza padre, D. Ramón, por entonces con 74 años, llegó a la playa de la Victoria de Cádiz desde Sevilla, en una avioneta, para ser designado alcalde y gobernador civil de Cádiz.

Brazo ejecutor en Cádiz del Golpe de Estado de 1936 y también "en la represión que se produjo contra ciudadanos de Cádiz aquellos días", y que según hemos conocido supuso la muerte de 600 gaditanos y otros tanto fueran represaliados, y que aunque por su edad no participó en escaramuzas callejeras, la documentación existente concluye que el repuesto alcalde de Cádiz contribuyó durante esos dos meses de alcaldía a identificar a sindicalistas y “personas de mala conducta que hablan mal del Movimiento Nacional, salvador de España”, posteriormente detenidos y conducidos al consejo de guerra.

La sola lectura de estos hechos, que forma parte de la historia del Cádiz del siglo XX, desconocida por muchos y ocultada durante décadas en Cádiz porque "La historia la escriben los vencedores” , me hace pedir vela en este entierro y exigir que se repudie la figura de D. Ramón y se borre cualquier referencia del apellido Carranza del imaginario Cadista, lo que por cierto aunque rasgue alguna vestidura, cumplirá escrupulosamente con arreglo al artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica LEY 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura.

El nombre del nuevo Estadio es lo de menos, sólo espero que nos ciñamos a la legislación vigente. Es más, pienso que vamos tarde puesto que ya han pasado distintos gobiernos municipales que han gobernado la ciudad de Cádiz y que debería haber dado cumplimiento y honrar a la memoria de los gaditanos que fueron víctimas de los Carranza.

¡Viva el Cádiz!

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

18:00H | 10 ENE 2025 | BOLETÍN