El running competitivo vuelve a lo grande entre viñas y bodegas

Hacía más de un año que no asomaban dorsales en la provincia de Cádiz. Desde que se corrió la Ultra de Sierra de Bandoleros el 8 de marzo de 2020 y, una semana después, llegó el confinamiento no se sabía lo que era competir en el que siempre fue muy amplio programa de carreras de este terrritorio que, al fin, pudo sacarse la espinita este domingo. Y lo hizo a lo grande, con una prueba muy joven pero tan bonita y exigente como la que, recorriendo carriles de viñas y cascos bodegueros del término de Jerez de la Frontera. Ha vuelto la IV Sherry Maratón que, dadas las circunstancias, se ha convertido en una auténtica fiesta.

Ha sido la primera de la provincia en regresar y, tanto en su modalidad reina de los 42 kilómetros que le da nombre como en las menores que permiten la participación de todo tipo de aficionados al running, ha sido un rotundo éxito que avalan las imágenes espectaculares que ha dejado. Nacida de las ganas de la ciudad de contar con una maratón, ya que medias maratones y pruebas populares venían jalonando a una persistente afición, contó pronto con los apoyos de patrocinadores que, vinculados al Marco productor de los mejores vinos, encabezó desde el primer momento el Consejo Regulador de la Denominación de Origen.

La victoria final fue, record de la prueba incluido, de Rubén Álvarez, del Club Atletismo Nerja. Mejoró en 14 minutos el registro y lo dejó en 2:39.12. Remedios Pérez, del Club Atletismo Palaciego, se adjudicó la victoria en la categoría femenina. Pero, tras ellos, fue multitud de participantes (muchos de ellos en la Media Maraton y otros en la denominada Sherry Promo (14 kilómetros), voluntarios, colaboradores y gente diversa la que disfrutó de la fiesta del deporte al aire libre. Y qué espacios los cruzados a golpe de zancada. Pagos de viña en el triángulo mágico del Sherry, cascos de bodega e, incluso, la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (REAAE).

La propia REAAE, el Ayuntamiento de Jerez, la Diputación Provincial de Cádiz, la Caja Rural o la Rutas del Vino y del Brandy de Jerez completan el abanico de apoyos que una prueba de estas características necesita. La Sherry Maratón es ya una grande en el calendario de pruebas de la provincia de Cádiz pese a sus apenas cuatro ediciones y haber tenido que soportar el confinamiento que la impidió hace un año y la pandemia que, aún superada por las ganas de correr de los aficionado, ha hecho esperar a este domingo para sacarse la espinita como soñaban.

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