Alba Reina te enseña el cementerio de Villaluenga a través de su baile

Ha sido recientemente nombrado Pueblo Mágico de España. Su belleza, su encanto y su historia lo delatan como enclave de muy especial visita. Es Villaluenga del Rosario que, en plena Sierra de Cádiz, se erige en una condición que también ayuda de algún modo a ello: se trata del menos poblado de la totalidad de la provincia. Los demás argumentos que impulsan incluirlo en la agenda de viajes pendientes llegan de la mano de la geología (es imponente destino para expeleólogos y demás amantes de cuevas) o de la gastronomía (su queso de cabra payoya o sus embutidos)

Siendo localidad tan pequeña cuenta con la plaza de toros de mayor aforo, como se dice popularmente en el lugar. Su ubicación a la falda del Caíllo, como se conoce al pico Navazo Alto (1.395 metros), le confiere el más amplio graderío desde el que es posible ver los festejos que menudean, cuando la situación sanitaria lo permite, en tan singulaer coso taurino. Es otro atractivo más. Y no muy lejos, alimentando el misterio que acompaña su reciente declaración de 'pueblo mágico', se encuentra otro más que ha sido catalogado, por su singularidad, como el más bonito de toda España: su cementerio.

UN CAMPOSANTO DENTRO DE UNA IGLESIA DERRUIDA POR NAPOLEÓN

El interior de una iglesia derruida, a las afueras del pueblo, confiere al camposanto de Villaluenga de Rosario trazas particularmente sugerentes. Desde lo alto, la antigua iglesia del Salvador domina esta localidad de apenas 450 vecinos. Se trata de la que en mayor altitud se sitúa en toda la provincia de Cádiz. La torre del templo, construida en 1722, se eleva visible desde casi cualquier punto de la localidad. Es una de las poquísimas partes que permanecen íntegras de un edificio a cielo abierto toda vez que se haya sin cúpula aunque, eso sí, con alguno de sus muros en pie. Sobre ellos encontramos los nichos y otros enterramientos.

Durante la Guerra de la Independencia las tropas napoleónicas atacaron toda la zona, incluida Villaluenga del Rosario. Los payoyos, como eran conocidos los lugareños (nombre dado a las cabras del lugar y el queso que con su leche se produce), lucharon con uñas y dientes, con fuerza y fiereza, pero solo lograron la reacción más violenta por parte de los soldados galos. Así fue como, pasto de un incendio, la iglesia terminó tal y como ha perdurado durante los últimos dos siglos y la podemos ver en la actualidad. Fue en 1809 cuando los vecinos de Villaluenga tomaron la decisión de utilizar el terreno de la iglesia como cementerio municipal.

COREOGRAFÍA PARA VISITAR UN CEMENTERIO

La visita puede realizarse sólo o acompañado, de día o de noche, dejándose subyugar por las sugerencias siempre. Pero también con una guía especial: la bailaora Alba Reina que, en este video, despliega sus dotes en una coreografía para no poderse. Se trata de un modo muy especial por el que el Ayuntamiento de Villaluenga del Rosario da cuenta de esa maravilla que atesora en su territorio. Con una danza con trazas contemporáneas y música para acompañar el misterio que se muestra en sus imágenes, esta obra audiovisual no te dejará indiferente.

Así es este lugar en las faldas del Caíllo, en la misma Sierra de Grazalema, a medio camino entre la población que da nombre al conjunto de estos pueblos gaditanos y otra de las de mayor tamaño y población de la zona, Ubrique. Senderos, cuevas, queso payoyo, plaza de toros y, también, un cementerio único que descubrir. Anótalo en la libreta de los viajes pendientes.

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