Donantes de sangre y cofrades rubrican el patronazgo de la Virgen de las Angustias

Monseñor José Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, ha sido el principal testigo de una estrechamiento de relaciones que da el fruto de un patronazgo que colma las espectativas de dos hermandades de Jerez de la Frontera: una civil, la de Donantes de Sangre, y la otra religiosa, la Antigua y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias. María Santísima es declarada patrona de cuantos hacen el ejercicio solidario de donar el más preciado elemento del cuerpo para salvar vidas, y ello ha quedado rubricado tras la celebración eucarística que el pastor diocesano ha presidido en el popular Humilladero, la iglesia que lleva el nombre de la Virgen.

El acontecimiento, con la junta de gobierno que preside como hermano mayor Francisco José Mancilla Fernández como anfitriona, ha contado con la presencia del presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre, Hermenegildo Sabido Galera, acompañado por quienes le precedieron en esa responsabilidad: Andrés Luis Cañadas Machado, Pilar Chico, Ignacio Rodríguez Almodóvar y Antonio Morales Díaz. Son historia viva de esta asociación que tanto ha hecho por la atención de emergencias sanitarias y otras necesidades de sangre acompañando, desde su nacimiento al Centro Regional de Transfusión Sanguínea, también representada en la celebración.

LAS RAZONES

Tanto la monición ambiental que abría la celebración, a cargo del consiliario responsable de Caridad Esteban Cruz, como la intervención al final del acontecimiento del presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre, Hermenegildo Sabido, han presentado las razones de esta declaración de patronazgo. Primeras donaciones en la década de los años setenta, cuando esto era tan inusual, son una primera justificación del acuerdo alcanzado. Pero, además, juega especialemente en favor de que la Virgen de las Angustias se convierta en patrona de los donantes de sangre el apoyo prestado a esta tarea durante la pandemia de coronavirus.

LA RESPONSABILIDAD

En su homilía, monseñor José Rico Pavés, que ha profundizado en el sentido de las parábolas que dan contenido a las lecturas de este 24º Domingo del Tiempo Ordinario, también ha hecho un llamamiento a reconocer la gran responsabilidad que los cofrades de las Angustias adquieren más allá de añadir un adjetivo más a su título. El obispo ha recordado la importancia que tiene, para la vocación de entrega a los demás de los hermanos, en la acogida, la atención y la salud que cada uno de esos momentos desarrollados, desde 2019, en pleno templo por autorización especial concedida en su momento.

El pastor ha estado especialmente cariñoso en sus palabras para sendas corporaciones hermanadas por esta declaración de patronazgo que genera signos visibles en copias artísticas del título rubricado tanto para la Antigua y Venerable Hermandad de las Angustias como para la Hermandad de Donantes de Sangre. Además, la Virgen ha recibido, recogido en el acto por sus camareras, un broche de oro en forma de cruz que sustenta la representación de una gota de sangre, símbolo de los donantes. Y los cofrades han entregado a Hermenegildo Sabido, el presidente de la Hermandad de Donantes, una vela derretida el Domingo de Ramos en el paso y convertida desde ahora en anual reconocimiento.

DESPEDIDA DEL CAPELLÁN

Por otra parte, al final de la celebración se ha producido también la despedida, como capellán de la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias y director espiritual de la cofradía, del sacerdote Manuel Barrera. Llega en el momento en el que, dentro de la batería de numerosos nombramientos de Curia y párrocos, el obispo diocesano ha puesto al frente de la Parroquia de San Juan Bautista de los Descalzos, a cuya feligresía pertenece la Hermandad y su sede, al sacerdote José Manuel Sánchez-Romero Martín-Arroyo.

En una mañana en la que tener en cuenta de modo tan especial la atención de la salud, ha sido el propio monseñor Rico Pavés quien, respondiendo a la despedida del sacerdote y agradeciéndole su labor, ha recordado que mantiene por delante la labor que, en la Pastoral de la Salud, viene realizando desde hace años. Ello se materializa en su capellanía del Hospital Universitario del SAS y el Hospital San Juan Grande, ambos en Jerez de la Frontera.

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