Inquietud ecologista ante el impacto medioambiental de las fotovoltaicas

Suena a paradoja que es preciso explicar, pero la rápida implantación de ciertas energías renovables causa una inquietud cierta entre aquellos que las defienden desde esferas ecologistas. No es el qué, es el cómo. Y ante algunos de los efectos preocupantes de este crecimiento se han pronunciado desde Ecologistas en Acción, organización en la que se cree que "desde el punto de vista ambiental, no todo lo que rodea a la energía fotovoltaica es positivo".

La organización deja sentado que "la energía fotovoltaica es sin duda una de las principales bazas para conseguir, cuanto antes, la descarbonización de la economía". De hecho se congratulan de que "con el tiempo se ha convertido en una de las opciones más baratas y eficientes, gracias entre otras cosas al abaratamiento de las placas solares y a la mejora de sus rendimientos". Pero les preocupa "la desmesurada avalancha de proyectos y creen urgente una regulación y planificación adecuadas".

RAZONES PARA LA PRUDENCIA

Y, entre los riesgos, mencionan el enorme impacto que genera la explotación de los minerales necesarios para extraer los elementos químicos utilizados en la fabricación de las placas así como la acumulación de residuos. "Se calcula que a mediados de siglo el 10% de toda la basura electrónica procederá de esta actividad", insisten. También señalan la afección a la avifauna, por la ocupación de su espacio y el riesgo de electrocución y choques con la inmensa red de tendidos eléctricos a instalar.

La desaparición de sistemas agrarios que ocasionará la pérdida de actividades económicas vinculadas a los mismos o la destrucción irreversible del paisaje "son también algunos de los principales problemas que habrá que abordar lo antes posible". Son razones para una prudencia que cultivar desde un marco normativo del que, de momento, "las Administraciones solo han realizado tímidos intentos de regulación; algunos enterrados antes de nacer", insisten.

LA GUÍA RETIRADA "POR PRESIÓN EMPRESARIAL"

La 'Guía para el análisis de ubicación de las instalaciones de energías renovables', realizada por técnicos de la Junta de Andalucía "y que fue retirada a final del año pasado ante la presión de las empresas inversoras" formaría parte de esos primeros pasos para la dotación de las garantías necesarias según la visión de Ecologistas en Acción. "Los ecologistas pensamos que no es admisible que los intereses de los empresarios del sector se antepongan al interés general", afirman con rotundidad.

Recientemente el propio Delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Daniel Sánchez, reconocía en delaraciones públicas la importancia que tiene una adecuada planificación: “En la provincia de Cádiz tenemos tres veces más proyectos solicitados que la potencia permitida por Red Eléctrica para su desarrollo. Si autorizáramos todos los proyectos solicitados se perdería la agricultura. Hay que llegar a un equilibrio. Irán donde puedan ir”.

EL CASO DE JEREZ

En lo que respecta a Jerez, sin contar con los proyectos ya en marcha ("alguno de ellos como el de Las Quinientas con más de 100 MW de potencia y que ocupará unas 300 hectáreas de terreno", indican), según la información facilitada por la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático a Ecologistas en Acción, a finales del año pasado se tenía constancia de 13 proyectos en trámite, que podrán ser instalados en el término municipal de Jerez, y van a multiplicar por 5 la potencia ya en construcción.

Y preocupa también en Ecologistas en Acción el anuncio desde el Ayuntamiento jerezano de la aprobación de la licencia para la construcción de un parque en el paraje de Malabrigo, en La Barca de la Florida. "Puede parecer una buena noticia porque en la fase de construcción se necesitará mano de obra, si bien es dudoso que se contraten trabajadores locales dado el grado de especialización que se requiere", pero ya se lamenta la perdida de actividades económicas.

AUTOCONSUMO, GENERACIÓN DISTRIBUIDA Y ELECTRICIDAD LOCAL

La organización ecologista apuesta por otras opciones como son el autoconsumo, la generación distribuida y los proyectos municipales y sociales de producción eléctrica, "que crearían empleo local, evitarían la especulación y frenarían el riesgo que supone la entrada de una gran cantidad de capital extranjero".

Y concluyen aseverando que "la ciudad que aspira a ser nombrada 'capital europea de la cultura' no puede permitir que se transforme, de forma irreversible, el paisaje que nos ha dado una identidad y unos recursos que se han mantenido durante generaciones". Mientras se aprueba una normativa que permita planificar adecuadamente esta actividad creen necesario reconsiderar la concesión de licencias a nuevos proyectos.

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