La caza en Córdoba: motor económico y herramienta de gestión medioambiental
Córdoba cuenta con 1.464 cotos registrados por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía
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El sector de la caza en Córdoba
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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La caza en la provincia de Córdoba es una actividad clave tanto para la economía rural como para el control de especies cinegéticas. Según Tomás Jurado, técnico de ASAJA Córdoba, esta práctica genera un importante valor económico y social en España, con un volumen de negocio superior a los 6.500 millones de euros, según la Real Federación Española de Caza. Además, el 80% de la superficie nacional está dedicada a terrenos cinegéticos, lo que refleja su importancia en el país.
Andalucía es la comunidad autónoma con mayor superficie destinada a la caza, con 7 millones de hectáreas, lo que supone el 20% del total nacional. Dentro de esta región, Córdoba encabeza la lista con 1.464 cotos registrados por la Consejería de Agricultura, superando a provincias como Sevilla y Granada. La caza se ha consolidado como el segundo deporte con más licencias federadas en Andalucía, solo por detrás del fútbol, según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2015 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Desde el punto de vista económico, el sector cinegético en Córdoba genera una renta anual estimada en 25 millones de euros y más de 15.000 jornales al año. Este impacto se traduce en beneficios para múltiples sectores relacionados, como la hostelería, la vigilancia, la comercialización de carne de caza y la gestión de productos derivados.
La expansión del jabalí y la necesidad de control cinegético
Uno de los mayores retos actuales en la gestión cinegética en Córdoba es el crecimiento incontrolado de la población de jabalíes. Juan Carranza, catedrático de Zoología en la Universidad de Córdoba, advierte sobre las consecuencias de esta expansión, que afecta tanto a los cultivos como a la seguridad vial y la sanidad animal. El jabalí es una especie muy adaptable, con gran capacidad reproductiva, lo que ha llevado a su proliferación en zonas agrícolas y forestales.
La temporada de caza mayor, que comenzó el 15 de octubre y se extenderá hasta el 12 de febrero, es clave para controlar esta población. En Andalucía se celebran decenas de miles de cacerías anuales, incluyendo monterías, ganchos y batidas, lo que permite una gestión efectiva de especies como el ciervo, el gamo y el jabalí.
La emergencia cinegética declarada en Córdoba subraya la urgencia de cazar jabalíes para minimizar su impacto negativo. Una vez finalizada la temporada de caza, el 12 de febrero, se permitirá una batida de gestión adicional hasta el 15 de marzo, con el objetivo de reducir al máximo su expansión.
Mercado y precios de la carne de caza
A pesar de la importancia económica del sector, los precios de la carne de caza mayor siguen a la baja. El kilo de carne de ciervo se sitúa entre 1,75 y 2,30 euros, mientras que antes de la pandemia alcanzaba hasta 4,10 euros. En el caso del jabalí, los precios han caído a una horquilla de 0,80 a 1,60 euros por kilo, en contraste con los valores previos, que oscilaban entre 1,40 y 1,65 euros.
La baja rentabilidad de la carne de caza plantea un desafío adicional para el sector, que busca nuevas estrategias para mantener la viabilidad económica de la actividad. Aun así, la caza sigue siendo una herramienta fundamental para el control de poblaciones y la conservación del equilibrio ecológico en la provincia.
Regulación y seguridad en la caza
José Manuel Labrador, delegado en Córdoba de la Federación Andaluza de Caza, resalta la importancia de la regulación cinegética para garantizar la sostenibilidad del sector. La normativa vigente establece límites de capturas, periodos de veda y métodos de caza permitidos, con el fin de compatibilizar la actividad con la conservación de la biodiversidad.
Además, hacen un llamamiento a la seguridad en las cacerías, dado el alto número de participantes en cada jornada. Cazadores, perreros, veterinarios, arrieros y personal de logística deben extremar las precauciones para evitar accidentes durante las monterías y batidas.