Nueva normativa del ruido: equilibrio entre descanso y actividad económica en Córdoba

Desde hoy, la nueva normativa de calidad acústica de Andalucía está en vigor, incorporando medidas que afectan directamente a terrazas y veladores en Córdoba, al ser considerados nuevos emisores acústicos sujetos a control. El objetivo de la norma es equilibrar el derecho al descanso con el desarrollo de la actividad económica, aunque no todos los sectores ven clara su aplicación.

Juan Andrés de Gracia, presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, ha señalado que "la nueva normativa es un avance necesario para mejorar la convivencia en la ciudad, pero su éxito dependerá de que realmente se haga cumplir y de que las mediciones sean rigurosas". De Gracia ha recordado que "los vecinos llevan años reclamando una regulación más efectiva ante el ruido nocturno, que en muchas zonas supera los límites recomendados para la salud".

Por su parte, Javier Amián, audiólogo en Centros Auditivos Efeta, ha explicado las graves consecuencias que tiene la exposición continuada a altos niveles de ruido: "Un ruido por encima de los 85 decibelios es perjudicial para el oído, pero también para la salud en general. Estamos viendo cómo a muchos pacientes les afecta incluso en el área cognitiva". Amián advierte que "además de la pérdida auditiva con el paso del tiempo, si nos exponemos a un ruido tan intenso durante años, el propio envejecimiento agrava aún más sus efectos".

Sin embargo, desde el sector hostelero temen que la normativa los señale como los principales responsables del ruido en la ciudad. Jesús Guerrero, presidente de Hostecor, ha manifestado que "no nos negamos a la norma ni a controlar el ruido, pero hay que ser justos y tener en cuenta otros factores". Guerrero ha señalado que "el ruido de los camiones de basura a altas horas de la noche, el tráfico constante o las obras que comienzan muy temprano también generan molestias y deberían ser igualmente regulados". Además, el representante de los hosteleros ha puesto el foco en que "también hay ruido producido por la gente que va por la calle dando gritos, y eso no siempre tiene que ver con los bares".

La nueva normativa establece que los establecimientos deberán contar con un sistema de limitadores-controladores de sonido en aquellos espacios donde el nivel de emisión pueda superar los 85 decibelios, lo que implicará un mayor control sobre los bares y terrazas. También se exigirá un estudio acústico previo antes de la apertura de cualquier negocio que pueda generar ruido, para garantizar que cumple con los límites legales desde el inicio de su actividad.

Según el último Mapa Estratégico de Ruido de Córdoba, cerca del 15% de la población soporta niveles de ruido nocturno perjudiciales para la salud. De Gracia ha subrayado que "esto demuestra la necesidad de aplicar medidas eficaces y no solo sobre la hostelería, sino en todos los focos de ruido de la ciudad".

Por su parte, Amián insiste en que "el ruido es un problema de salud pública y debe tratarse con rigor. No solo afecta al oído, sino que también incide en la calidad del sueño, la concentración y el bienestar general de las personas".

Con esta nueva normativa, la Junta de Andalucía busca garantizar un equilibrio entre el descanso de los ciudadanos y la actividad económica, aunque su aplicación práctica y su impacto real todavía están por verse. Mientras tanto, hosteleros, vecinos y expertos seguirán pendientes de cómo se implementan estas medidas y si realmente logran una Córdoba más silenciosa y saludable.