En pleno verano y sin aire acondicionado: Cruz Roja reparte ventiladores y da apoyo económico

La reciente ola de calor ha puesto de manifiesto la situación crítica de muchas familias en la provincia de Córdoba. Según el último informe de Cruz Roja, titulado 'El impacto de la pobreza energética en la vulnerabilidad social de la población atendida por Cruz Roja en el contexto de la crisis inflacionaria', dos de cada tres familias atendidas por la organización no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el verano.

El informe, elaborado en colaboración con la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, revela además que un 63 por ciento de las personas que buscan apoyo en la entidad se encuentran en situación de pobreza relativa, mientras que un 68 por ciento sufren una carencia material y social severa.

En respuesta a esta situación, Cruz Roja ha intensificado sus esfuerzos para ayudar a las familias más vulnerables. Desde enero de 2024, la organización ha ayudado a casi un centenar de familias en la provincia de Córdoba a sufragar facturas de luz, gas o agua. "Son muchas las familias cordobesas que, cuando llegan las temperaturas extremas, atraviesan verdaderas dificultades para mantener su vivienda en unas condiciones confortables y adecuadas para la salud", explicó Ángel Córdoba, responsable provincial del programa de Atención a personas en situación de extrema vulnerabilidad.

La entidad ofrece apoyo mediante el pago de facturas y consejos para mejorar el ahorro energético y la gestión de la economía doméstica. El informe de Cruz Roja pone de relieve que muchas de las personas atendidas por la entidad enfrentan graves dificultades para satisfacer sus necesidades básicas de energía, especialmente durante las olas de calor y frío extremo.

Estas personas no pueden mantener sus viviendas a una temperatura adecuada para la salud, que se sitúa entre 18º y 20º C en invierno y en torno a 25º C en verano. Para hacer frente a esta situación, la organización humanitaria desarrolla diversos programas de emergencia social. Entre las acciones más destacadas se encuentra el pago de suministros básicos del hogar, como la luz, el agua o el gas.

Este apoyo ha sido posible gracias a la financiación de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta, de ayuntamientos como el de Pozoblanco, empresas como BP y fondos propios de Cruz Roja. Desde enero de 2024, un total de 92 familias de la provincia de Córdoba han recibido ayudas para abonar un total de 305 recibos de luz (la gran mayoría, 237 pagos), gas o agua. Además del apoyo económico, Cruz Roja ha iniciado en estos últimos días el reparto de ventiladores entre las familias cordobesas en situación de extrema vulnerabilidad, una iniciativa que ya se llevó a cabo el año pasado.

Esta acción complementa las medidas habituales de la organización para dar respuesta a la ola de calor, centradas en personas sin hogar, mayores y familias en vulnerabilidad. El voluntariado de Cruz Roja está desempeñando un papel crucial en esta tarea, asegurándose de que los ventiladores lleguen a quienes más los necesitan.

El seguimiento telefónico a personas mayores también es una medida clave en la estrategia de Cruz Roja para enfrentar las temperaturas extremas. Más de 800 personas mayores en la provincia reciben llamadas regulares para conocer su estado de salud y ofrecerles consejos sobre cómo mantenerse frescos y seguros durante la ola de calor. Este seguimiento es vital para prevenir golpes de calor y otros problemas de salud relacionados con las altas temperaturas.

La Unidad de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja realiza rondas por las calles de la capital tres veces por semana –los martes, jueves y sábado– para ofrecer comida, bebida refrescante y apoyo humano a las personas sin hogar. Estas personas son especialmente vulnerables a las consecuencias del calor extremo, y la labor de la UES es fundamental para aliviar su situación.

La organización también proporciona asesoramiento para el ahorro energético y la gestión de la economía doméstica. Este tipo de apoyo es esencial para ayudar a las familias a reducir sus gastos en energía y a utilizar de manera más eficiente los recursos disponibles. Ángel Córdoba destacó la importancia de estas medidas, señalando que "el objetivo es no solo proporcionar ayuda inmediata, sino también capacitar a las familias para gestionar mejor sus recursos y reducir su vulnerabilidad a largo plazo".