La descomposición de Ciudadanos sigue avanzando y se queda sin representación en el Parlamento andaluz
La formación naranja no logra rentabilizar su paso por el Gobierno andaluz. Juan Marín anuncia que pondrá a disposición de la ejecutiva sus cargos en el partido
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La descomposición de Ciudadanos avanza a marchas forzadas jornada tras jornada electoral. Si hace cuatro meses tan solo logró un escaño en los comicios de Castilla y León, en Andalucía se supera así mismo y no obtiene ningún representante en su Parlamento autonómico. Caída libre y sin freno con una pérdida de medio millón de votos respecto a las elecciones de 2018.
Los esfuerzos de su candidato Juan Marín por reivindicar la gestión de los consejeros ‘naranjas’ en el Ejecutivo de Moreno Bonilla no han impedido que la formación llamada hasta hace poco a ocupar el centro político pierda los 21 asientos que cosechó en los comicios de 2018, precisamente en el territorio donde en 2015 despegó como partido a tener en cuenta en el tablero nacional.
Marín ha felicitado a Juanma Moreno y ha anunciado en su comparecencia que este lunes "presentaré mi dimisión de todos los cargos en la ejecutiva nacional porque es mi responsabilidad. Dejo esos cargos a disposición del partido porque seguro que habrá hombres y mujeres que podrán seguro hacerlo mejor que yo".
Marín ha reconocido las dificultades de esta campaña para Ciudadanos, ha reconocido la victoria contundente del PP y se ha felicitado por que Vox no forme parte del Gobierno de la Junta de Andalucía: "Era uno de los objetivos y felicito a Juanma Moreno por este resultado", ha recalcado.
Durante la campaña, Marín ha intentado insuflar optimismo ante los sondeos que apuntaban a un mal resultado para la formación, quedando para la historia momentos como su pose con un flotador en una piscina con vistas a la Giralda o el momento ‘torrijas’ que protagonizó junto a Macarena Olona en el debate, que ha dado lugar incluso a una camiseta naranja con el lema ‘Usted sabe hacer torrijas’.
Pero lo cierto es que la dirección nacional poco creía en las posibilidades de Marín, que no ha sido capaz de captar a parte del electorado de izquierdas desencantado que sí ha capitalizado el PP.
Ciudadanos ha sido víctima de la imagen que el candidato del PP y presidente de la Junta de Andalucía ha ido adquiriendo durante la legislatura, alcanzando sus cuotas más altas en los últimos meses.
Prueba de ello es que el PP recoge actualmente el 40% de los votantes que se sitúan en el cinco dentro de la escala ideológica, frente al 17% que obtenía en 2017. Un crecimiento espectacular que ha propiciado el tono moderado de Moreno Bonilla y su buena imagen dentro del electorado andaluz, incluso entre los electores de izquierdas.
Según datos del CIS y del Barómetro Andaluz, los ciudadanos de todas las sensibilidades ideológicas valoran positivamente la gestión del gobierno de la Junta de Andalucía en periodo de pandemia. En diciembre de 2019 solo el 3,5% de los votantes de Adelante Andalucía valoraban positivamente la gestión de Bonilla, y hoy lo hace un 25%, lo cual es muy significativo. En el caso del PSOE se pasó del 15% al 48% actual en su aprobación a la gestión del presidente andaluz.
En este contexto, el crecimiento de Ciudadanos se antoja una misión imposible a día de hoy en el territorio andaluz, pese a que la imagen de Juan Marín cómo líder del partido en la comunidad más numerosa de España es más que satisfactoria, siendo el segundo mejor valorado, por detrás de Bonilla.