La vihuela de José Miguel Moreno anuncia el V Centenario de la Universidad de Granada

El Hospital Real, actual sede del Rectorado de la Universidad de Granada, celebraba habitualmente sus conciertos de verano en el Patio de los Mármoles. Con buen criterio, evitando así los calores del verano, los ha trasladado al Patio de los Inocentes, otro espacio de una belleza deslumbrante. En este escenario, el Festival de la Guitarra de Granada, con la colaboración de la institución académica, ha celebrado el concierto en el que José Miguel Moreno nos ha recordado los antecedentes de la actual guitarra, la vihuela, instrumento de una sonoridad singular que nos traslada a otros siglos y a una sociedad distinta, pero en la que la música ya formaba parte, con un criterio muy similar al actual, de las expresiones del ser humano.

La Vicerrectora y el V Centenario

La Vicerrectora de la Universidad, Margarita Sánchez, intervino antes del concierto para contextualizarlo en los actos que se están celebrando como prolegómeno del V Centenario de la fundación de esta centenaria institución creada en 1531 por deseo del Emperador Carlos V, que iba a ser precisamente el protagonista del concierto que a continuación ofreció José Miguel Moreno, probablemente el mejor intérprete y estudioso de la música del período en el que vivió el nieto de Isabel la Católica.

Expectación, didáctica y virtuosismo

Moreno levantó la habitual expectación que concita en cada una de sus citas. No es usual que músicos de su género despierten tanta pasión entre los aficionados, pero en este caso y especialmente en Granada, son muchos los seguidores que admiran su trabajo.

Los conciertos de José Miguel Moreno son muy diferentes a lo habitual. Intercala entre sus partituras explicaciones didácticas que muestran el profundo y riguroso conocimiento de la música que va a interpretar, con un entusiasmo contagioso en torno a ellas. Habla de los autores, de su estilo, los contextualiza, explica el momento actual de su vigencia y reconocimiento y todo con un lenguaje que evita la erudición compleja, para convertirse en un recurso didáctico que nos ayuda a entender mejor la obra.

De Narvaez a Mudarra

Suelen algunos manifestar que la vihuela no tiene un sonido poderoso. Como bien explica Moreno, esto no sucede cuando se interpreta con la técnica adecuada, en que su caso, además, es una exhibición de virtuosismo. Nos llevó del granadino Luis de Narváez, destacado entre las figuras musicales más reconocidas de los tiempos de Carlos V, a las creaciones de Alonso Mudarra, que en el siglo XVI fue uno de los autores que más escribió para la vihuela. Lejos de encorsetar el repertorio en un rigor cuya realidad desconocemos, lo recreó cuando fue preciso, algo que está al alcance de muy pocos y que demuestra un conocimiento exhaustivo de las partituras.

Llegados los bises, José Miguel Moreno se permitió algunas licencias evocando la guitarra barroca, incluso con ecos ya del romanticismo. El silencio que acompañó toda su actuación solo era roto por entusiastas aplausos de un publico que por unos momentos, pudo trasladarse, al menos con la música y la arquitectura, a la etapa carolina, que tan profunda huella dejó en Granada.