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Este fin de semana ha sido proclamado el “Día del Fandango”, instituido por la Diputación, en el día del nacimiento de Paco Toronjo, hace noventa y un años.
Los actos se han celebrado en Alosno, cuna del fandango y el pueblo musical más rico de la tierra.
Sólo hay que escuchar esta letra: “Fandango, ¿dónde has nacío, que to el mundo te conoce? /Yo nací en un rinconcillo /, que Alosno tiene por nombre /donde le dan el dejillo”.
La iniciativa de proteger, promover y difundir el fandango de Huelva es admirable, por ser una de nuestras señas de identidad
En Huelva no nos debemos cansar de presumir de ser cuna de América, cuna del fútbol y cuna del fandango. Pese a quien le pese.
El fandango es cuatro siglos anterior al flamenco, y lo ha enriquecido con una variedad de estilos de cantes (media granadina, soleá, verdiales, martinetes, malagueñas...).
El fandango está extendido en doce pueblos de la provincia, con sus propios estilos locales y comarcales. Paco Toronjo llegó a afirmar que “el fandango de Huelva tenia cuarenta estilos diferentes”.
El fandango, pues, es la memoria de muchos siglos, un cante de crianza y la fuerza de un sentimiento caliente que quema, mientras se siente, por fuera, un escalofrío.
El fandango de Huelva se canta desde la costa a la sierra. Es aroma campesino que se bebe, hecho vino, en el Condado.
Al pasar por la mina se hace minero. En el Andevalo, gritan: ¡San Benito es mi patrrón /Viva la gente del Cerro /porque cerreño soy yo1”.
Al cruzar por Calañas, el fandango se pone su sombrero y presume de ser un segundo Madrid. ¿Quién no ha visto por Calañas, pasar el ferrocarril, a las dos de la mañana...?.
Y al cielo de Almonaster se va buscando una estrella enamorado de ella. ¡Son cosas del querer...!. En Santa Olalla se baña en el Zancolí.
En Valverde del Camino, lo ven volar por las copas de los pinos y se ponen orgullosos: “Nadie lo sabe cantar /el fandango de Valverde /lo cantan los zapateros /cuando van a trabajar /con mucha gracia y salero”.
En Alosno, un cantaor se siente triste y se le ocurre cantar: “El día que yo me muera /subiré al cielo cantando /y en el aire dejaré /el arte de mi fandango /pa quien lo quiera aprender...”.
Y si Alosno fue la cuna, en Huelva se ha sabido mecer por estudiosos, cantaores y Peñas Flamencas.
Termino este BD, lleno de verdades salidas del corazón, con el fandango cantado por el “rey”, Paco Toronjo, entre el rumor de las aguas que van cruzando la ría del Odiel.
“En la ría, y la Cinta en el Conquero /Tengo mi barca en la ría /con un fandango alosnero. Yo le digo Huelva mía /lo mucho que yo la quiero”.
·¡BUENOS DÍAS!