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Ayer, una amiga me reenvió, por WhatsApp, un poema precioso, en el que el autor expresa sus deseos de vivir “una vida de lujos”. El titulo me confundió , pero nada más comenzar a leer descubrí que eran “nuevos lujos”.
El breve poema, sin rima, dice: “Quiero tener el lujo de vivir sin prisas. Preparar y disfrutar mis alimentos con calma. Gozar del lujo de ser yo mismo, sin necesidad de impresionar a nadie.
Vivir el lujo de no tener miedo. Adaptarme a cualquier situación. No esperar nada. Morir con una sonrisa y, sobre todo, quiero tener el lujo mayor de todos: el de ser feliz ahora...con o sin lujos”
Como ves, son deseos de “una vida de lujos” radicalmente opuestos al concepto clásico del lujo: exhibición o manifestación de riqueza.
El lujo siempre ha ido acompañado de un alto poder adquisitivo, pero con el cambio de valores actual se relaciona más con las actitudes personales.
De ahí que puede haber nuevos ricos, deslumbrados con su escalada social, que soñaban con el último modelo de automóvil, o un barco con todo tipo de lujos, y, ahora, comprueban que el lujo va por otros caminos.
El nuevo lujo, es tener paz de espíritu, conciencia tranquila y sentir la felicidad que nace dentro de uno, sin importar lo que sucede fuera.
El nuevo lujo, en la segunda década del siglo XXI, es tener salud (pandemia), libertad (democracia) y tiempo para ti en un ambiente desordenado.
¿Quién puede darse estos lujos? ¿Quién puede cuidarse la salud física, mental, emocional y espiritual?. ¿Quién puede tener la libertad de ser lo que es, sin preocuparse de la opinión de nadie?.
Muchos de los nuevos lujos son gratis. Es cuestión de actitud, de prioridades y de sentir plenitud interior en nuestras vidas.
Por cierto, nada tienen que ver con el lema de la firma de moda, “Coco Chanel”: “El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad”
Los “nuevos lujos” son una necesidad vital que empiezan al descubrir que el lujo mayor de todos es el de ser feliz ahora...Con o sin lujos. ¡BUENOS DÍAS!