NUTRICIÓN Y SALUD

Inmunidad a la carta: Alimentos para prevenir gripes y resfriados

Es crucial prestar especial atención a lo que consumimos para asegurar que estamos proporcionando a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para combatir los virus

Ángel López

Jaén - Publicado el

3 min lectura

Con la llegada del invierno y la brusca disminución de las temperaturas, es común enfrentarse a un aumento en la incidencia de resfriados y gripes. La temporada invernal trae consigo la necesidad de fortalecer nuestro sistema inmunológico para resistir los embates de los virus circulantes. En este contexto, la alimentación emerge como una herramienta crucial para hacer frente a estos procesos catarrales, desempeñando un papel esencial en la prevención y el alivio de los síntomas. Es crucial prestar especial atención a lo que consumimos para asegurar que estamos proporcionando a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para combatir los virus y mantenernos saludables.

Cítricos

Las frutas cítricas, como naranjas, mandarinas, limones y pomelos, son verdaderos tesoros cargados de vitamina C. Esta vitamina es conocida por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, siendo una aliada valiosa en la lucha contra los resfriados. Incorporar cítricos a la dieta diaria durante el invierno puede ser una estrategia efectiva para aumentar las defensas del organismo.

Frutas y verduras coloridas

Las frutas y verduras coloridas son auténticos tesoros de la naturaleza, brindando una explosión de nutrientes esenciales que desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Cada tonalidad en frutas y verduras conlleva una variedad única de vitaminas. Las frutas y verduras de color rojo, como las fresas y los pimientos, son ricas en vitamina C, conocida por su capacidad para fortalecer las defensas del cuerpo. Por otro lado, las opciones verdes, como espinacas y brócoli, son fuentes excepcionales de vitamina K y ácido fólico, nutrientes esenciales para la salud ósea y cardiovascular.

Integrar una amplia variedad de frutas y verduras en nuestra dieta diaria no solo garantiza una experiencia culinaria diversa y apetitosa, sino que también constituye un gesto tangible hacia el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico y la promoción de una salud óptima.

Probióticos

El yogur, rico en probióticos, juega un papel fundamental en el mantenimiento de una microbiota intestinal saludable. Un sistema digestivo equilibrado está vinculado directamente a un sistema inmunológico fuerte. Integrar el yogur a la dieta diaria no solo aporta nutrientes esenciales, sino que también contribuye a la salud general del organismo.

Ajo

El ajo, conocido por sus propiedades antimicrobianas, ha sido utilizado durante siglos como un remedio natural. Su capacidad para combatir infecciones y respaldar el sistema inmunológico lo convierte en un ingrediente valioso durante la temporada de resfriados. Incorporar ajo fresco en platos cocidos o como complemento en ensaladas puede ser una estrategia sabrosa para fortalecer las defensas.

Caldo de Pollo

El caldo de pollo no solo es un plato reconfortante en los días fríos, sino que también puede tener beneficios terapéuticos. Rico en nutrientes, proporciona líquidos esenciales y puede ayudar a aliviar la congestión. Su inclusión en la dieta invernal puede ser un gesto cariñoso hacia la salud.

A todo esto hay que sumar la practica de ejercicio de manera regular. Incorporar en nuestro día a día actividad física moderada, como caminar, nadar o practicar yoga, por poner solo unos ejemplos, puede mejorar la circulación y fortalecer a la vez el sistema inmunológico.

Vacúnate

La gripe puede causar enfermedades graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, niños pequeños y adultos mayores. Dicho esto, recuerda que las vacunas reducen significativamente el riesgo de complicaciones graves y hospitalización debido a la gripe. Aunque la vacuna no garantiza una protección del 100%, en aquellos casos en los que se produce la infección a pesar de la vacunación, la gravedad de la enfermedad suele ser menor. La vacuna puede ayudar a atenuar los síntomas y reducir la duración de la enfermedad.