Mano de obra a poco menos de veinte céntimos la hora

El incendio de una furgoneta y el estallido de varias peleas en la pequeña localidad jiennense de Fuerte del Rey pusieron a la Guardia Civil en alerta para poner en marcha una operación que ha logrado desactivar una organización que explotaba a centenares de personas llegadas desde Rumanía y Moldavia de manera irregular, a las que hacían pasar como ciudadanos rumanos para traerlos a España para trabajar en distintas campañas agrarias como la recolección de la aceituna, fresa, uva etc. Unos incidentes que se remontan al pasado mes de marzo y que permitió a los agentes tirar del hilo hasta destapar esta red de "trata de seres humanos para explotaicón laboral"

Según la investigación llevada a cabo por agentes de la UCO "las víctimas eran trasladadas en diferentes medios de transporte a distintas zonas de explotación laboral, donde eran obligadas a trabajar en condiciones de precariedad y hacinados, como ganado, en alojamientos hechos den plástico y maderas sin acceso a agua corriente ni luz en muchos casos".  La operación, bautizada como Urofort, se ha saldado con la detención de 16 personas en las provincias de Jaén, Huelva, Córdoba, Badajoz y Albacete, todos ellos integrantes de la organización criminal investigada, y que era los encaragdos de captar, controlar y trasladar a las víctimas. De las más de 145 personas detectadas en esta penosa situación se conseguía identificar y liberar a 18 de ellas, todas de nacionalidad rumana y moldava,  siendo posteriormente trasladadas a distintas ONG,s.

Falsas ofertas de empleo en Internet

Los detenidos por medios de engaños realizaban ofertas de trabajo en Internet. Los “captadores” de la organización aseguraban a las víctimas que, una vez en España, residirían en unas condiciones dignas, tanto laborales como de vida,  algo que posteriormente se incumplía, viviendo en condiciones de semiesclavitud y de precariedad extrema, llegando en alguno de los casos a pasar varios días sin poder comer.  A las víctimas de nacionalidad moldava les retiraban su documentación original, y les proporcionaban pasaportes y documentación de ciudadanos de Rumanía, con el fin de simular una situación de estancia regular en el país. A pesar de estar trabajando, sin descanso, en jornadas de 10 horas apenas recibían 100 ó 150 euros al mes. Entre tanto los detenidos  disfrutaban de un alto nivel de vida, llegándose a acreditar a la largo de la investigación, que este grupo criminal podía llegar a facturar mensualmente más de 1.000.000 de euros  de las empresas en las que las víctimas se encontraban desarrollando su actividad laboral.

También han sido intervenidos 5 vehículos, con los que la red realizaba los traslados de las diferentes víctimas, así como otros 2 de alta gama, utilizados por los líderes de la organización para sus diferentes desplazamientos. La Guardia Civil ha llevado a cabo 15 registros, 4 de ellos en explotaciones agrarias en las que las víctimas estaban siendo explotadas laboralmente. Para estos registros se contó con la colaboración de personal del Ministerio de Trabajo, inspectores de trabajao, que apoyaron y complementaron el trabajo de los agentes.

Esta operación ha sido llevada a cabo por un grupo conjunto de trabajo formado por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Jaén y la Sección de Trata de Seres Humanos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en colaboración con las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de Huelva, Albacete, Córdoba y Badajoz, contando con el apoyo de la Unidad Técnica de Policía Judicial y de expertos en el trato y toma de declaración de víctimas, habiéndose practicado 150 declaraciones a potenciales víctimas del delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, para lo que fue necesario contar con el apoyo de más de veinte traductores del idioma rumano/moldavo, dado que gran parte de las víctimas no entendían el idioma español. 

Gracias a las gestiones realizadas por el Equipo de Trabajo, actualmente, una parte de las víctimas del "delito investigado se encuentran trabajando y se han integrado plenamente en el ámbito laboral, gracias a la colaboración de ONG,s y de un empresario del ámbito de la explotación de los frutos rojos en la provincia de Huelva".