GASTRONOMÍA TRADICIONAL
Receta centenaria: gachas dulces, el postre emblemático y tradicional de Todos los Santos
Es un plato que suele degustarse tradicionalmente el 1 de noviembre, aunque forma parte de la carta de postres de multitud de restaurantes durante todo el año
Jaén - Publicado el - Actualizado
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Con el Día de Todos los Santos a la vuelta de la esquina, son muchos los hogares en los que, seguro, no faltará uno de los postres por excelencia de la provincia de Jaén por estas fechas: las Gachas Dulces de Todos los Santos. Si bien es cierto que dependiendo del municipio en el que se elaboren la receta puede variar ligeramente, la base de la misma es igual para todos.
Las Gachas Dulces no son otra cosa que una especie de bechamel dulce con la textura personalizada, dependiendo de las manos que la elaboren. Las hay quienes las prefieren cremosas, gelatinizadas o incluso como una especie de sopa o crema. Sea como sea, este postre es sin duda un referente de la gastronomía tradicional jienense.
Estos son los ingredientes
Así se elaboran
Ponemos a calentar la leche en un cazo con la rama de canela y la piel de limón y tendremos la precaución de que no llegue a hervir. Dejamos que infusionen el limón y la canela para que la leche absorba todos los sabores y aromas.
En una sarten ponemos el aceite de oliva virgen extra y freímos el pan cortado a dados no muy grandes, teniendo precaución de que no se nos quemen. Sacamos los picatostes y dejamos escurrir sobre papel absorbente. Otra opción es hacer minúsculos dados de pan, freírlos y añadirles azúcar para que se caramelicen, algo que dará un toque deliciosamente dulce a nuestras gachas.
A continuación colamos el aceite para eliminar los restos de pan y volvemos a ponerlo en la sartén a unos 70 grados. Agregamos la matalahuga o anís en grano y dejamos unos segundos para que aromatice el AOVE e inmediatamente echamos la harina para tostarla unos instantes. Seguidamente ponemos el azúcar y con una varilla removemos bien hasta conseguir una pasta homogénea.
Es el momento de añadir la leche bien caliente y de remover todo el conjunto con energía hasta conseguir una textura tipo bechamel libre de grumos. El espesor depende del gusto del comensal y en cada hogar hay una preferencia distinta.
Por último volcamos las gachas dulces en cuencos de barro, repartimos los tostones o picatostes de pan y espolvoreamos con canela molida. Si quieres darles un toque diferente, añade también unas nueces junto con los tostones, verás que toque tan sutil. Ea, listas para disfrutar calientes o frías, que para gustos, sabores.
¡¡Salud!!